Bizkaia

"La Arboleda siempre estuvo muy presente en Argentina"

"La Arboleda siempre estuvo muy presente en Argentina"

"Mis hermanos y yo crecimos arrullados con las historias que nos contaban la abuela, mi madre y mi tía Mary en Argentina. Siempre hablando de La Arboleda, de Larreineta, del Valle, de Bilbao, donde nació mi madre y mi hermana, pero lo hacían con alegría, como una forma de sanar. A pesar de tantas cosas duras que tuvieron que vivir lo hacían con alegría", evocaba la escritora argentina Chabel Garanzini Mendiola durante la reciente visita que giró a los paisajes de sus antepasados invitada por la asociación de vecinos de Larreineta. "Nos hablaban de los lugares, de las comidas, de la música, de los bailes, de los cantos que nos cantaban a nosotros y no podían hacerlo en euskera porque el idioma estaba prohibido y lo olvidaron", apunta Chabel, nieta de Milagros García (viuda de Juan Antonio Mendiola), e hija de Miren Edurne que ha culminado un relato novelado pero íntimo de aquellos recuerdos imperecederos que se transmitían al calor del fuego en la pampa argentina a donde se trasladaron vía Perú donde residieron poco más de un año con una parte de la familia paterna.

Novela histórica o crónica de un exorcismo atávico, el texto de Chabel, una profesora recién jubilada apenas hace dos años, relata los pormenores de la llegada de la familia Mendiola García a América en 1950 tras la muerte accidental del abuelo Juan Antonio en el funicular de Larreineta. "Él era conductor de camión como el que se ve en una de las fotos de la inauguración del funicular en 1926. Parece ser que se soltó alguna sujeción del camión y lo arrolló", señala Chabel.

Fue aquella una época dura en lo político y en lo económico en un país azotado por la represión franquista. "Mi abuela Milagros sufrió mucho en aquella época. Había mucha pobreza. Ella trabajaba de cocinera en General Eléctrica y subía y bajaba todos los días a pie porque el funicular era muy caro y solo lo cogía cuando hacía muy mal tiempo. Además, hacía ropa para la gente del pueblo, cosía, tejía..." rememora esta escritora novel que ha puesto todo su corazón en el empeño editado con el título Raíces vascas por Ediciones HomoSapiens.

Meticulosa 

Una obra que ha sorprendido a los propios vecinos de la zona alta de Trapagaran que ya lo han podido leer por la escrupulosidad y meticulosidad en los relatos y en las descripciones de parajes y situaciones y anécdotas. Es el caso del capítulo donde narra el enamoramiento de dos primas carnales suyas con dos jóvenes alemanes que trabajaban en las minas de la zona. "Mi prima Miren se enamoró de un Rudy y mi prima Mary de un Werner. Fue un amor adolescente pero mi tía Mary mantuvo una relación epistolar con Werner durante más de 40 años. Era un amor platónico. Incluso la mujer de Werner sabía de esa correspondencia, pero no lo importaba. Werner era capitán en un crucero de bandera inglesa que venía desde Brasil y por desgracia con la guerra de las Malvinas, Argentina prohibió la entrada de estos barcos a sus puertos. Werner propuso reencontrarse en Montevideo y mi tía Mary estaba reticente porque ya no era la joven veinteañera de La Arboleda, pero al final la convencí y la acompañé a la cita. Fue un día espléndido, se emociona Chabel Garanzini. El libro es un "desborde emocional", califica la escritora, quien siempre tuvo este deseo literario al igual que su madre. "Siempre me decía que cuando se jubilase se pondría a ello pero al poco de jubilarse cayó enferma y no pudo llevarlo a cabo por lo que el libro es una prolongación de su deseo de reflejar de manera lo más fidedigna posible el viaje vital de esta familia con raíces vascas", apostilla Garanzini.

28/11/2021