PNV y PSE avanzan sin sobresaltos hacia la investidura de Imanol Pradales y la conformación de un nuevo gobierno de coalición en Euskadi. El preacuerdo que alcanzaron la semana pasada fue ensalzado por parte de sus líderes con el argumento de que pone el foco en las problemáticas sociales en materia de salud o de vivienda y apuesta por un nuevo pacto estatutario, y este lunes el acuerdo ha blindado su legitimidad con el respaldo de las bases de ambos partidos. El PNV congregó a su Asamblea Nacional por la tarde en Sabin Etxea, y los socialistas completaron la votación entre su militancia, unos sondeos que han arrojado resultados concluyentes. En el caso jeltzale, se ha producido la aprobación por unanimidad de su asamblea. En el caso del PSE, han crecido tanto la participación en la consulta, como el respaldo recibido con respecto al año 2020. Ha participado el 72,04% del censo, y ha dicho sí el 96,18%.
La asamblea jeltzale, que para el PNV es su máximo órgano legislativo, avaló el acuerdo propuesto por el Euzkadi Buru Batzar tras escuchar las explicaciones del presidente de la Ejecutiva, Andoni Ortuzar, y el candidato Pradales. Pero el EBB también aprovechó para lanzar su proceso de reflexión para recuperar al electorado que se está quedando en la abstención en las últimas citas. El EBB compartió el análisis que ha realizado sobre los resultados de las europeas, e insistió en trasladar sensaciones “agridulces” porque, por un lado, Oihane Agirregoitia consiguió amarrar el escaño del PNV pero, por otro lado, el número de votos obtenidos en la CAV y Nafarroa “es sensiblemente inferior al esperado”, según explicaron en una nota de prensa al término de la asamblea. Por ello, el EBB detalló los “pormenores del proceso de reflexión y actuación que ha abierto para relanzar la acción política del partido y recuperar el apoyo y la adhesión de esa parte del electorado que ahora mayoritariamente parece haber optado por quedarse en la abstención”.
No se ofrecieron más detalles porque estos trabajos tienen un horizonte temporal relativamente amplio, hasta que se celebre la Asamblea General del PNV, que aún no tiene fecha. Se convoca cada cuatro años y con una antelación de seis meses para dar margen a que las organizaciones municipales propongan ideas y elijan a sus representantes. En principio, se trabajaba con la hipótesis de que se convocara este verano para que tuviera lugar a finales de este año o principios del siguiente.
El PSE
Por parte de los socialistas, el secretario general del PSE, Eneko Andueza, había acudido por la mañana a votar de manera presencial en la agrupación de Eibar, y anticipó su orgullo por la participación que iba a producirse. Hay que tener en cuenta que, en estas votaciones, a veces la noticia viene de la mano del nivel de participación que, si es bajo, desluce el resultado o se puede interpretar como una forma de contestación velada a las ejecutivas. En 2020, participó el 58, 49% de la afiliación del PSE, y el acuerdo lo aprobó el 93,1%. Han crecido las dos cifras. Han votado 3.509 personas sobre un total de 4.871 en el censo, un 72,04%, y el 96,18% dio el sí. Un 2,91% lo ha rechazado y se ha producido un 0,91% de votos en blanco.
Andueza se declaró “muy reflejado y muy representado” en el acuerdo programático, que se presentará en las próximas horas y que va a tener un nivel de detalle mayor que las bases que se han dado a conocer.
Dijo que el documento conecta con los pilares fundamentales del programa electoral socialista y con las cuestiones que “verdaderamente preocupan a la ciudadanía vasca, como la sanidad, la educación, la vivienda, el empleo, el modelo de cuidados, el reto demográfico, las oportunidades para nuestros jóvenes…”.
Los pasos
A PNV y PSE les queda firmar el acuerdo programático, algo que está previsto que hagan este miércoles en el Parlamento Vasco a las 11.00 horas; y el jueves tendrá lugar la investidura, que Imanol Pradales superará en la primera votación por la mayoría absoluta de 39 escaños (27 jeltzales y 12 socialistas) que suman ambos partidos. El sábado tomará posesión del cargo bajo el Árbol de Gernika, y esa tarde se conocerá el organigrama de su gobierno.
El documento de bases, que es la píldora del acuerdo que se conoce hasta la fecha, se articula sobre cinco ejes de actuación y once páginas. Fija los principales objetivos del Ejecutivo con el propósito de mejorar la “calidad de vida” de toda la ciudadanía y favorecer el progreso de las empresas, que Osakidetza sea un sistema de referencia en Europa, y que se articule un nuevo “pacto estatutario”, un apartado donde el PSE asume el acuerdo alcanzado entre el PNV y el presidente español, Pedro Sánchez, que compromete a los socialistas a negociar el reconocimiento nacional de Euskadi y el blindaje de las competencias.