En el Baskonia pasó con más pena que gloria. Nik Stauskas estaba llamado a ser uno de los destacados en el curso 2019-20, pero no rindió como se esperaba de él. Ya desde el inicio estuvo en el ojo del huracán por su bajo rendimiento. Lesiones y falta de adaptación impidieron al escolta mostrar la valía que se esperaba de él.
El francotirador de ascendencia lituana debutaba de la mano del conjunto gasteiztarra en Europa con la vitola de killer, pero no fue así. Su rendimiento con la escuadra gasteiztarra fue más que decepcionante, tanto a la hora de bombardear el aro rival como en el aspecto defensivo.
La gota que colmó el vaso en el equipo dirigido entonces por Dusko Ivanovic fue su desafortunada falta a Facundo Campazzo que regaló la victoria al Real Madrid en el coliseo blanco, lo que provocó que finalmente fuera cortado y dejará la entidad de Zurbano por la puerta de atrás. Sonado fue el desencuentro que tuvo también con el preparador montenegrino durante un tiempo muerto. Quedó claro que Stauskas no encontró su sitió en el Baskonia.
Pues bien, pese a no brillar en Vitoria, el jugador consiguió levantar el vuelo meses después. Stauskas, de hecho, acaparó la atención mediática este pasado mes de marzo tras firmar dos portentosas exhibiciones en la G-League, liderando al filial de los Denver Nuggets, los Grand Rapids Gold.
Durante dos partidos consecutivos el exbaskonista estuvo pletórico. En el primero de ellos convirtió 11 de 15 en triples, además de capturar 6 rebotes y dar 5 asistencias. En tiros de campo consiguió 20 canastas de 29 intentos e igual de noticioso fue que sus primeros 37 puntos los hiciese en apenas 13 minutos convirtiendo 18 canastas sin fallo. Increíble.
Un día después consiguió hacer historia convirtiéndose en el segundo jugador que consigue anotar 100 puntos en dos partidos y el primero en hacerlo en días consecutivos. Y es que a los 57 puntos que consiguió ante los Wisconsin Heard hay que añadir los 43 puntos y 9 triples, con un excelente acierto al encestar 16 de sus 21 tiros de campo, conseguidos pocas horas después en la victoria por 119-124 frente a Lakeland Magic. Metralleta.
Pues bien, esos dos partidazos en la liga de desarrollo sirvieron al escolta canadiense para fichar por los Boston Celtics un contrato de 2 años el pasado 4 de marzo, lo que permitía al jugador cumplir su deseo de jugar en la mejor liga del mundo.
Desde entonces, poco se ha sabido de él. Las últimas noticias era que se encontraba sin equipo pese a haber comenzado ya la competición. El canadiense formaba parte de una extensa lista de agentes libres en la que se encontraban históricos como Carmelo Anthony, Rajon Rondo y Trevor Ariza. A la espera.
Pues bien, el hecho de encontrarse sin equipo no es una mala noticia para el jugador. Y es que se ha conocido que va a percibir la friolera de 702.311 dólares cada una de las siguientes tres temporadas, para un total de 2,10 millones de dólares. Hay que destacar que el club que abona su contrato es Indiana Pacers, que cortó al canadiense cuando recibió su contrato garantizado desde Boston, dentro del traspaso de Brogdon. Así es la NBA. Y es que el canadiense va a recibir dinero de un club sin haber llegado a debutar con ellos.