La Audiencia Nacional ha ordenado al juez que investiga al excomisario José Manuel Villarejo que le entregue una copia de las agendas que le fueron incautadas en un registro, tal y como el expolicía lleva meses reclamando al considerar que son "fundamentales" para poder defenderse.
La sección tercera de la Sala de lo Penal estima así el recurso que interpuso el excomisario, investigado por múltiples proyectos privados de supuesto espionaje en el denominado caso Tándem, contra el auto en el que el juez Manuel García Castellón le denegaba el acceso a lo que Villarejo siempre llama sus "diarios personales". Son agendas repletas de anotaciones de sus reuniones y encuentros a lo largo de los años, con multitud de siglas que hacen referencia a los interlocutores que tenía el excomisario, y que pueden servir de prueba en numerosas piezas de esta causa.
La decisión, plasmada en un autofechado este viernes, se ciñe en concreto a las piezas número 7 y 28. La siete es la conocida como caso Kitchen, sobre una supuesta operación parapolicial de espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas urdida en 2013 desde el Ministerio del Interior, y en la 28 se investiga si colaboradores de Villarejo ofertaron información reservada que supuestamente les facilitaba este.
El juez rechazó devolver las agendas a Villarejo con el argumento de que se trata, por un lado, de piezas de convicción y, por otro, que ya tenía acceso a ellas y podía consultarlas, como el resto de abogados. Argumentos que, en opinión de la Sala, son válidos para desestimar la entrega de las agendas que, como eventuales medios de prueba documental, deben permanecer en lasactuaciones, pero no para rechazar entregarle una copia, como pidió Villarejo de manera subsidiaria.
El excomisario hizo la petición en el ejercicio de sus derechos
Todo ello porque, dicen los magistrados, el excomisario, en su condición de parte en el procedimiento, hizo esta petición en el ejercicio de sus derechos, que solo quedan exceptuados en el caso de documentos secretos o reservados, condición que no consta que así sea.
La reclamación de las agendas por parte de Villarejo ha sido una constante cada vez que aparecía públicamente tras acudir a declarar a la Audiencia Nacional en alguna de las piezas que siguen investigándose, y también en el juicio en el que se sienta en el banquillo desde octubre por tres concretos presuntos encargos de espionaje, y que se retoma el lunes.
Es más, Villarejo nunca ha reconocido que las anotaciones que le ha mostrado el fiscal en alguna ocasión en el juicio sean de "su puño y letra", aludiendo a "los grandes falsificadores que hay en el CNI", y ha considerado un "insulto" que le pregunte por las agendas cuando no las habían devuelto.