El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado procesar al líder del Frente Polisario, Brahim Gali, en la causa abierta por un delito de genocidio a raíz de una de las querellas interpuestas contra él, dado que considera que los hechos estarían prescritos.
El magistrado ha acordado la conclusión de este sumario sin procesar a Gali después de que la Sala de lo Penal revocase por un defecto de forma su decisión de archivar el procedimiento pues, al tratarse de un delito de genocidio, la causa debía tramitarse como sumario y la decisión de archivar no le compete al juez instructor, sino a la Sala.
Tras transformar las diligencias previas a sumario ordinario, el magistrado ha concluido la investigación abierta por una querella de la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEH) y ha rechazado dirigirse contra Gali.
Su decisión se produce el mismo día en que está citada como investigada la exministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya en un juzgado de instrucción de Zaragoza, que investiga en otro procedimiento la entrada de Gali en el Estado el pasado mes de abril.
El juez Pedraz justifica su rechazo a procesar al líder del Polisario en que los hechos de la querella se extienden desde 1974 hasta 1990, por lo que ya estarían prescritos de acuerdo con el Código Penal del 1973 (el aplicable al momento de los hechos como ley penal más favorable).
Y, sin necesidad de analizar si podrían constituir delito de genocidio en el Código penal actual, el juez apunta además que las conductas denunciadas "no integran todos los elementos" del mismo.
En consonancia con el criterio expuesto en anteriores resoluciones, Pedraz se hace eco en su auto de las contradicciones existentes entre las afirmaciones reflejadas en la querella sobre la participación de Gali en los hechos denunciados y las declaraciones de los testigos.
Ve además "una insuficiencia manifiesta de detalles relevantes sobre circunstancias de lugar y tiempo de los hechos" o sobre la participación del líder del Polisario", cuestiones que, dice, restan credibilidad a los testimonios prestados e impiden mantener su imputación.
Tras más de un mes ingresado en un hospital de Logroño por covid, lo que derivó en una crisis diplomática con Marruecos, Gali regresó a Argelia después de declarar en junio ante Pedraz, que rechazó imponerle las medidas cautelares.
Con el archivo de esta querella, que se remonta a 2008 y se dirige contra trece militares marroquíes, sólo queda una activa en la Audiencia Nacional, la impulsada por el activista de origen saharaui Fadel Mihdi Breica.