El Sestao River está de moda. Es uno de los clubes de los que más se habla no solo en Bizkaia, sino también en gran parte del Estado español. Es así porque el fútbol de bronce no es invisible. Y el club verdinegro puede dar fe de ello. Sus números causan un llamativo impacto que le ponen en primera línea del escenario. No en vano, es el mejor equipo de los 172 que compiten en categoría profesional –Primera División, Segunda División, Primera RFEF y Segunda RFEF–, ya que es el único que a estas alturas de la película puede presumir de pleno de victorias. Seis de seis. O sea, es el líder incuestionable del grupo II de Segunda RFEF. Saca seis puntos de diferencia al segundo clasificado, el Arenas, una distancia que habla por sí sola. “Es una barbaridad”, son las tres palabras con las que resume este inicio tan espectacular el propio Aitor Calle, entrenador de este Sestao q ue quiere, incluso, hacer más historia, en caso de ganar el sábado en Las Llanas al Alavés B, uno de los recién ascendidos. “El equipo cada vez da más confianza, tiene los pies en el suelo, pero la realidad es la que es. Tenemos 18 puntos de 18 posibles. Es una verdadera locura”, reflexiona el bilbaino, al que le salió muy bien la fórmula que aplicó en el derbi del pasado domingo ante el Gernika en Urbieta, pese a refrescar el once con cinco novedades en el mismo respecto al que ejerció de inicio en la jornada anterior frente al Arenas.
Calle, en su segundo curso al frente del equipo de Ezkerraldea, pone en valor la victoria ante el conjunto de Aitor Larrazabal, pese a no ser mejor que su rival en el cómputo de los noventa minutos. “Sabíamos que no íbamos a ser dominadores muchos minutos, contento porque el equipo ha interiorizado, ha sabido sufrir cuando tocaba y ha tenido la pegada suficiente para ganar”, reflexiona el preparador verdinegro, que insiste en mantenerse en la prudencia y no echar las campanas al vuelo: “Tenemos que seguir a lo nuestro, a seguir haciendo las cosas lo mejor posible, sabemos cuál es el camino”.