Un estudio realizado por LAB demuestra que, entre dos trabajos de la misma categoría en Euskadi, el sueldo que recibe un hombre casi duplica al de la mujer en determinados sectores. Así, el peón de almacén de la construcción en Gipuzkoa cobra un 90,30% más que una trabajadora de residencia de mayores en el mismo territorio.
La secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, y la secretaria feminista del sindicato, Maddi Isasi, presentaron ayer lunes los resultados de un informe en el que han analizado los convenios de sectores masculinizados y feminizados para establecer las diferencias salariales.
Las actividades analizadas han sido construcción, metalurgia y limpieza viaria en las que predominan los hombres; y comercio de alimentación, residencias de mayores y limpiadores de sala donde la presencia femenina es mayoritaria. Isasi advirtió de que las conclusiones no reflejan por completo la realidad, puesto que tres de cada cuatro trabajadores que no tienen convenio son mujeres, por lo que no se dispone de todos los datos del colectivo.
La información que recogen los convenios sí permiten comprobar la existencia de la brecha salarial y LAB indica que en Euskadi un operario de limpieza viaria cobra un 33,7% más que una trabajadora de limpieza de salas y edificios y que un operario del metal tiene un salario un 45,36% superior al de una trabajadora de residencias de adultos. Según concluye el estudio, el sueldo medio de un trabajador vasco supera en 6.200 euros anuales al de una trabajadora.
Por territorios, y además del caso citado de Gipuzkoa, en Araba un operario de la construcción cobra un 82,73% más que una trabajadora de supermercado, y en Bizkaia este operario tiene un salario un 50,35% superior al de una trabajadora en residencia de mayores. En Nafarroa, por su parte, esta trabajadora cobra un 56,4% menos que un operario del metal.
Devaluación
La secretaria de LAB matizó que estos resultados no significan que los salarios masculinos sean altos, sino que los femeninos son “muy bajos”. Las peores condiciones laborales de las mujeres vascas fueron también denunciadas por Garbiñe Aranburu, quien lamentó que “los trabajos que hacen las mujeres están devaluados, se les da menos valor”.
Como ejemplo citó las tareas de cuidados, que no están remuneradas y son realizadas en su mayoría por el colectivo femenino. También mencionó a las trabajadoras del hogar, entre las que aseguró que se producen casos de “explotación laboral”. Consideró que la brecha salarial se agrava si la trabajadora es inmigrante y está racializada o si esta tarea está subcontratada por las instituciones, “dando paso al negocio”.
En este contexto, abogó por una transformación del mercado laboral que elimine “la falsa dicotomía entre trabajo y empleo” y que dignifique las condiciones laborales de los sectores más feminizados con un reconocimiento del valor de las tareas de cuidado no remuneradas. Aranburu también defendió la asunción de medidas “que reconozcan y corrijan la deuda patriarcal contraída por la patronal y las instituciones con estas mujeres” y la eliminación de la brecha de género en pensiones.
CCOO
Tiempo Parcial. CCOO denunció ayer que el salario medio de las mujeres debería incrementarse un 20,9% para alcanzar la media de los varones, una brecha que el sindicato achaca a la mayor proporción de trabajadores con contratos a tiempo parcial y a que las tareas de cuidados recaen en mayor medida sobre las mujeres. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, valoró la caída de seis puntos de la brecha desde 2018 por la “intensa” subida del Salario Mínimo Interprofesional.