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La caída de la natalidad, un problema de primera magnitud

A falta de los datos del último trimestre del año pasado, la caída de la natalidad no pierde ritmo en Euskadi y 2023 se perfila como el peor año en medio siglo, confirmando que estamos ante un problema de primera magnitud
Una mujer sostiene a su hijo recién nacido en 2023, el peor año en nacimientos en más de medio siglo.
Una mujer sostiene a su hijo recién nacido en 2023, el peor año en nacimientos en más de medio siglo. / Carlos Luján / Europa Press

CIERTO es que no es un problema solo de Euskadi sino que afecta a todos los países de la Unión Europea, pero también es verdad que, en esta época de crisis, Euskadi es uno de los países europeos donde menos niños nacen.

Vayamos con los datos. A falta de confirmarse los datos del cuarto trimestre del pasado año se puede aventurar que 2023 se perfila como el peor año desde que hay registros. El número de nacimientos en Euskadi se situó en 3.478 en el tercer trimestre de 2023, un 1,6% menos que en el mismo periodo del año anterior que ya fue el peor en medio siglo, mientras que el descenso acumulado anual fue del 3,2%. La bajada más acusada de nacimientos se produjo en Gipuzkoa, un 3%, mientras que en Bizkaia decrecieron un 1,2%. En cambio, en Araba aumentaron un 0,2%, según se refleja en los últimos datos publicados por el Instituto Vasco de Estadística, Eustat.

En cifras absolutas, en Bizkaia nacieron 1.763 bebés, en Gipuzkoa 1.150 y en Araba 565. Además, más de la mitad de los bebés nacidos en Euskadi en verano fueron primogénitos, en concreto, 1.788. Mientras, 1.195 niños, es decir el 34,4%, llegaron a familias que ya tenían un hijo anterior y solo el 14,2% fueron el tercer hijo o posterior. En cuanto a la edad de las madres, el grupo mayoritario sigue siendo la franja de 30-39 años, donde se produjo el 68,8% de los alumbramientos. Las mujeres de entre 25 y 29 años tuvieron al 13,3% de bebés nacidos en verano, las menores de 25 años un l7% y las mayores de 40 al 10,9%.

Se trata de una cuestión que inquieta por su dimensión y por la complejidad para poder revertirlo. Se han puesto planes, recursos e ideas pero la fotografía no solo no mejora sino que empeora de año en año: en Euskadi apenas nacen niños y la sociedad vasca se ha convertido cada vez más en una población de jubilados y de ciudadanos envejecidos. De hecho, el lehendakari, Iñigo Urkullu, lo alertó en su primera legislatura. Ya entonces activó sus primeros planes de natalidad, los reforzó un mandato después y los ha ampliado en la legislatura que ha concluido. No obstante, desde 2008 la curva no ha dejado de caer. Hoy en Euskadi nace un 30% menos niños que cuando el lehendakari llegó a Ajuria Enea allá por 2012.

Las estadísticas reflejaban que entonces en Euskadi nacían 19.118 niños y niñas. A día de hoy, y a falta de la cifra definitiva podemos augurar que en 2023 se cerrará con poco más de 13.000 nacimientos. En estas tres legislaturas la estadística de nacimientos no ha dejado de caer. Cada año, la cifra ha sido inferior a la anterior y, lo que es peor, no se prevé que a corto plazo la situación mejore.

Esos datos dan idea del problema de primera magnitud al que la sociedad vasca se enfrenta. Hay que tener en cuenta que la esperanza de vida de los hombres en Euskadi en 2022 –último dato disponible– se situaba en 80,5 años, aunque en realidad es un dato completamente distorsionado por la sobremortalidad provocada por la pandemia de covid-19 entre enero y junio de 2022, así como la ola de calor de julio de ese año. En realidad habría que mirarse en el espejo de 2019 cuando la esperanza de vida estaba en 80,7 años en los vascos mientras que en las vascas sería de 86,6 años, según los datos elaborados por Eustat.

Una esperanza vida que sigue siendo más elevada que la que se da en el conjunto de la Unión Europea, ya que la supera en 2,5 años en el caso de los hombres y en 2,7 años en las mujeres. La esperanza de vida del Estado, que a su vez es una de las más elevadas de los países europeos, es inferior en una décima en el caso de los hombres y en dos en el caso de las mujeres.

Tanto los hombres como las mujeres de Euskadi han experimentado un incremento de su esperanza de vida, a pesar de la bajada de los últimos años. Atendiendo a los indicadores observados en 1976 (69,6 años y 76,9 años de esperanza de vida para hombres y mujeres, respectivamente), la esperanza de vida de las mujeres se ha incrementado en 9,2 años y la de los hombres en 10,9 años. Los hombres han ganado 2,8 meses más de vida cada año transcurrido hasta alcanzar los 80,5 años, mientras que las mujeres se han beneficiado de 2,4 meses más por año, llegando a los 86,1 años. La diferencia entre las esperanzas de vida de ambos sexos se ha reducido a 5,6 años desde la máxima de 8,7 que se dio en 1991.

Fomento de la natalidad

Con este cóctel, baja natalidad y alta esperanza de vida, comprobamos que la sociedad vasca es una sociedad cada vez más envejecida con lo que todo ello supone. Por un lado, el gasto en pensiones con la generación del baby boom iniciando su entrada en el sistema de jubilación. Por otro, el gasto en salud y la necesidad de más cuidados. Ante esta situación, en esta legislatura, una vez superados los efectos económicos provocados por la pandemia, el Gobierno vasco ha puesto en marcha un plan de fomento de la natalidad. Desde el 1 de enero de 2023, hay una prestación mensual de 200 euros durante 1.000 días o tres años, es decir, 7.200 euros en total por cada hijo. A partir del tercer hijo, se le añadirían 100 euros mensuales desde los tres hasta los siete años.

El derecho se genera también en caso de nacimiento pero también de adopción, acogida o incluso de subrogación. Hay también cuantías más elevadas para partos o adopciones múltiples y para menores con discapacidad.

A ello se suman otras bonificaciones como la gratuidad de las guarderías o la mejora de los permisos de paternidad, que se igualan a los de maternidad. También se han mejorado las desgravaciones fiscales por hijo que aplican las diputaciones forales.

Junto a ello, desde este año, los jóvenes vascos también se pueden acoger al plan Gaztelagun por el cual aquellos que tienen entre 25 y 29 años –con rentas de hasta 24.500 euros– tienen derecho a percibir una ayuda para el pago del alquiler. Estas ayudas pueden ser de hasta 300 euros al mes hasta que cumplan los 36 años. Con ello se pretende favorecer la emancipación y ayudar a que puedan formar una familia. Y es que, de media, los jóvenes vascos no abandonan la casa familiar hasta pasado los 30 años.

Los datos

2012

Más de 19.000 nacimientos. Las estadísticas reflejaban que en el año 2012 en Euskadi nacían 19.118 niños y niñas, una cifra que ya empezaba a inquietar desde que en 2008 se produjo un pequeño ‘boom’ de nacimientos pero que la profunda crisis financiera de ese año se abortó por completo.

2023

Unos 13.000 nacimientos. A falta de los datos del cuarto trimestre del país, se calcula que en 2023 los nacimientos en Euskadi rondarán los 13.000, un 30% menos que los registrados en el año 2012.

Vida

80,5 años ellos y 86,1 ellas La esperanza de vida en Euskadi es la más elevada del conjunto de la Unión Europea, ya que la supera en 2,5 años en el caso de los hombres y en 2,7 en la de las mujeres. En Euskadi las últimas cifras disaponibles hablaban de una esperanza de vida de 80,5 años en el caso de ellos y 86,1 en el de ellas, aunque está distorsionada por el covid y la ola de calor.

2024-04-10T06:11:03+02:00
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