Los precios industriales están logrando, no sin dificultades, contener su escalada. El INE informó ayer de que la inflación en el sector secundario descendió en Euskadi un 1,5% el pasado mes de julio en relación al mismo mes de 2023, lo que confirma que, de manera paulatina, se asienta el retroceso en los costes para la industria vasca.
No obstante, a pesar de esa rebaja interanual, lo cierto es que, en comparación con el mes de junio, los precios industriales se incrementaron un 0,8%, mientras que en lo de va de año también han crecido, aunque de forma mucho más tímida (0,1%). De esta forma, los precios entran en una fase de estabilización que, junto a la última bajada de tipos de interés y la que podría decretar el BCE en próximas semanas, contribuye a facilitar el acceso a financiación bancaria por parte de las empresas.
Según el informe del INE, la gran responsable de la caída interanual de los precios industriales en la CAV ha sido el descenso en lo concerniente a los costes de la energía. Así, en comparación con el mes de julio del año pasado, la industria ha visto como los precios energéticos han caído un 5,1% y un 1,6% en lo que ha transcurrido de año. Esos descensos son, sin embargo, más matizados que en el conjunto del Estado, tanto en tasa interanual (-6,6%) como en la variación de 2024 (-2,4%). En términos generales, el decremento en los precios industriales en Euskadi se alinea con la media estatal (-1,4%).
Además de la energía, otra categoría en la que se produjo un retroceso en Euskadi fue la de bienes intermedios, con una caída del 0,8% en tasa interanual. Por contra, en los bienes de consumo se ha dado un aumento del 1,4%, mientras que en el caso de los bienes de equipo ese incremento representó el 2,7%. El IPRI (Índice de Precios Industriales) se desbocó en el período comprendido entre los años 2020 y 2022 por el efecto de la pandemia y la inflación provocada por las restricciones a la actividad y el surgimiento de la guerra en Ucrania. A partir del año pasado, no obstante, se ha dado una caída que da visos de introducir el IPRI en una senda de menos sustos.
En el conjunto del Estado, los precios industriales experimentaron una rebaja del 1,4% interanual el pasado mes de julio, frente al retroceso del 3,2% que experimentaron en junio. La tasa mensual fue del 1,7% y la acumulada del -0,2%.
Con el descenso interanual registrado en julio, la inflación industrial encadena 17 meses de tasas negativas después de que en marzo del pasado año se pusiera fin a un periodo de 26 meses consecutivos de continuos incrementos, en el que llegó a registrar tasas positivas de dos dígitos durante más de 20 meses.
Por comunidades, la inflación en los precios industriales registró en julio tasas anuales negativas en 14 territorios, especialmente en Canarias (-6,9%), Baleares (-6,3%) y Asturias (-6,1%). Los retrocesos menos pronunciados se dieron en Catalunya (-0,2%), Navarra (-0,6%) y La Rioja (-0,8%). Por su parte, sólo tres comunidades experimentaron tasas interanuales positivas en sus precios industriales durante el mes de julio: Castilla-La Mancha (+1,2%), Murcia (+0,9%) y Andalucía (+0,3%).
Al igual que en el caso de Euskadi, la moderación de la inflación industrial en julio fue consecuencia de la evolución de los precios de la energía, que elevó su tasa interanual más de cinco puntos, hasta el -6,6%, por el encarecimiento de la producción, transporte y distribución de energía eléctrica y, en menor medida, por la producción de gas. También influyeron los bienes intermedios, que incrementaron su tasa interanual nueve décimas, hasta el -1,2%, por el menor descenso de los precios de la fabricación de productos básicos de hierro respecto al experimentado en julio de 2023. Por contra, los bienes de consumo no duradero recortaron en julio su tasa interanual ocho décimas, hasta el 2,7%, por el abaratamiento en la fabricación de aceites y grasas vegetales y animales. Por su parte, la tasa de variación anual de los precios industriales excluyendo la energía cerró julio en el 0,9%, la misma tasa que en junio.