Estamos a las puertas de Halloween y la calabaza es uno de los símbolos más reconocibles de la fiesta del truco o trato. Bajo esta consigna, son muchos los niños que van, calabaza en mano, casa por casa, recolectando dulces o caramelos en la víspera de Todos los Santos.
Sin embargo, la importancia de esta fruta, que más podría parecer una verdura, va mucho más allá de su simbolismo. Se trata de un producto con un gran sabor y muchas propiedades nutricionales. Es rica en antioxidantes, por su alto contenido en betacaroteno, y contiene muchas vitaminas y minerales.
Una calabaza abierta por la mitad.
Expertos de Nutritienda nos muestran algunos de los importantes beneficios que tiene esta fruta para nuestra salud:
1- Mejora el aspecto de la piel. Es fuente de vitamina C y E, unos antioxidantes que bloquean los radicales libres que causan el envejecimiento celular, favorecen la aparición de arrugas y la flacidez en la piel. Además, la vitamina C contribuye a la formación de colágeno para mantener la piel hidratada y protegida.
2- Ayuda al sistema inmune. Al ser fuente de vitamina C, contribuye al funcionamiento normal del sistema inmune. Los antioxidantes que continen sus pipas neutralizan los radicales libres manteniendo el cuerpo sano y fuerte. Su contenido en vitaminas del grupo B, como el ácido fólico, ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.
3- Ideal para bajar peso. Es rica en agua (más del 90%), lo que ayuda a prevenir la deshidratación y la retención de líquidos. Al no tener apenas calorías, es ideal para un proceso de pérdida de peso. Además, por su gran aporte en fibra, hace que aumente la sensacion de saciedad, estimula el tránsito intestinal, arrastra toxinas y favorece las digestiones.
4- Gran aliado para la salud visual. Contiene vitamina A que contribuye al mantenimiento de la visión en condiciones normales. Las frutas y hortalizas naranjas son fuente de antioxidantes, gracias a los carotenoides que les dan su color anaranjado y son precursores de la vitamina A, fundamental para la salud visual.
5- Regula la presión arterial. Gracias a su contenido en potasio, contribuye a mantener la presión arterial normal.
Una calabaza troceada lista para ser cocinada.
Consejos sobre la calabaza
- Fíjate en la piel. Las calabazas más maduras, tiernas y jugosas son las que tienen la piel gruesa, firme y brillante, sin imperfecciones, magulladuras ni golpes. Las pequeñas y pesadas son más sabrosas y deben conservar el rabo, que debe estar seco, para no perder humedad.
- No la abras hasta que no la vayas a comer. Consérvala cerrada en un lugar fresco y seco. Una vez abierta dura como mucho una semana, en la nevera y bien tapada.
- Aprovecha las pipas. Mejoran la retención de líquidos y combaten las lombrices. Sécalas al sol, agrégales sal y después tuéstalas en la sartén o en el horno.
- Disfrútala en la cocina. Puedes comerla en cremas, como guarnición, cruda en ensaladas o en postres como tartas, galletas o pasteles.