Miguel Sanz recibirá finalmente la Medalla de Oro de la Cámara de Comercio. Y lo hará ni más ni menos que 12 años después de que se le concediera en junio de 2011, apenas unas semanas después de dejar la presidencia del Gobierno de Navarra (1996-2011) y cuando todavía no había estallado el escándalo de las dietas de Caja Navarra, la entidad financiera que también presidió durante 15 años y que no pudo seguir en solitario debido a su insuficiente solvencia.
El acto de entrega de la Medalla de Oro de la Cámara tendrá lugar el 24 de febrero, con un almuerzo para los invitados que tendrá un coste de 40 euros. Se celebrará así 11 años y siete meses después de que la institución, presidida ya entonces por Javier Taberna, buen amigo de Miguel Sanz, lo anunciase mediante un comunicado en el que destacaba “su contribución sobresaliente al desarrollo de la actividad económica de Navarra". Hasta aquel momento, recordaba Cámara Navarra, la distinción solo había sido concedida al entonces heredero y ahora rey Felipe de Borbón.
El 9 de octubre de 2011, tres meses y medio después de la concesión, NOTICIAS DE GIPUZKOA publicó que tanto Miguel Sanz como Yolanda Barcina, Álvaro Miranda y Enrique Maya cobraban dobles dietas de un órgano opaco de Caja Navarra, en cuyos órganos de Gobierno ya no tenían además responsabilidades. La sucesiva publicación de informaciones relativas al cobro de dietas y el propio devenir de Caja Navarra, incapaz de continuar su actividad financiera en solitario y absorbida finalmente por CaixaBank, generaron un mayúsculo escándalo.
El asunto tuvo derivadas durante toda última legislatura de UPN al frente del Gobierno, ya con Yolanda Barcina como presidenta. Así, se descubrió que tanto Sanz como Barcina cobraban doble dietas por reuniones de unos minutos sin contenido. Se fueron conociendo también los detalles de los cobros recibidos solo por acudir a charlas, todo ello en medio de una crisis económica severa, que condujo el desempleo a sus niveles más altos en décadas.
Desde Cámara Navarra se explica que la entrega de la medalla se había postergado durante 12 años al no encontrar un momento propicio para ello y para no hacerla coincidir con la entrega de los premios anuales que reconocen trayectorias empresariales. Asimismo, señalaban, pasado el tiempo se aprecia mejor la trayectoria de Sanz.