La cantera vizcaina ‘de moda’

La moda y el diseño intentan abrirse camino en Bizkaia. Según el análisis de Dimensión Económica de las Industrias Creativas en Euskadi de 2022, el número de empresas que se dedican al diseño son 790, una mejoría en comparación con los 563 establecimientos de 2019, según Eustat.

Sin embargo, en un territorio donde predominan las ramas de actividad industrial, especialmente el sector de la Metalurgia y los productos metálicos con un 28,3% del total del VAB en 2017, según datos de Eustat, estos sectores creativos aún se resienten. “Existen iniciativas locales que pueden generar un frenesí o efervescencia que considero que hay que impulsar”, opina Asier Quintana, ganador del Premio Mejor Diseñador Emergente Vasco en 2022.

En este sentido el sentimiento comunitario entre los artistas más jóvenes parece ser una de las claves que impulsa el flujo de ideas, inspiración y motivación para seguir en el mundo de la moda en Bizkaia y, concretamente, en Bilbao. “Estoy viendo que entre jóvenes de Bilbao hacemos más piña, nos conocemos más entre otros y nos apoyamos”, remarca Aritz de la Hera, diseñador autodidacta y creador de la marca DELAHERA.

Por otro lado, los diseñadores, en especial aquellos pendientes de consolidarse, se enfrentan a otra problemática aún más difícil. La vertiginosidad de la ‘moda rápida’. Jone González, joven creadora de la marca de bolsos sostenible Nélez, afirma que “a las marcas pequeñas les cuesta competir contra las grandes” y que “es muy difícil captar la atención de la gente” debido a las tendencias propulsadas por las redes sociales.

Frente a esta tesitura los diseñadores entrevistados prefieren ser optimistas y apostar por el auge simultáneo de la compra de la ropa de segunda mano y la concienciación sobre el medio ambiente. Leire Rovel, diseñadora bilbaina, asegura que el proceso de compra de marcas más pequeñas y diseñadores locales que aúnen una filosofía sostenible convierten el proceso de compra en una experiencia mucho más satisfactoria.

Salma Bennour, licenciada en la Escuela de Diseño de Inedi y apasionada de la comunicación de moda, por su parte apuesta por la reutilización de prendas para crear prendas completamente nuevas y “darles una nueva vida” .

Estos son algunos de los diseñadores que conforman el ‘cosmos’ artístico de las pasarelas y talleres de Bizkaia. Apasionados de la moda y defensores de un modelo de moda sostenible, estos diseñadores no son ‘maestros de la costura’, todavía. Aun así, mantienen firme su postura de continuar con su pasión y seguir construyendo una vía para impulsar la moda de Bizkaia.

Crítica social en el Espacio 600 de Zorrotzaurre

Una palabra. ‘Ausartu’. Atreverse. Así se define el “valiente” proyecto de Leire Rovel, diseñadora bilbaina de 22 años que ha conseguido dar su primer paso importante para todo diseñador que se precie: presentar su propia colección de moda.

Apasionada por las disciplinas artísticas, Leire Rovel (Bilbao, 2000) decidió probar suerte en Esine, Escuela de Diseño de Santander, donde aprendió las bases de la confección, patronaje y estilismo. Allí comenzó coqueteando con estilos femeninos algo más sencillos adornados de flores y mariposas que serían sustituidos finalmente por apuestas más transgresoras y atrevidas.

Su último proyecto ‘Ausartu’ (Atreverse) es muestra de ello. La idea de ‘Ausartu'’es sencilla pero rompedora: plasmar una convergencia de moda, arte y danza en el que se destacan mensajes esperanzadores como la valía del artista y la apuesta por las disciplinas artísticas. Como si de un cisne negro se tratase, ‘Ausartu’ presenta una performance interpretada por la Academia de Danza ‘Roser Carres’, donde el protagonista principal vestido de negro es ignorado por parte del público, causando su muerte prematura por falta de atención.

Tras su “muerte” los modelos de la pasarela desfilan con pancartas reivindicativas. La colección está compuesta por seis diseños confeccionados a mano por Rovel, que intercala conjuntos de colores planos, naturales y tejidos acolchados atados por nudos negros que simbolizan la “opresión del artista”.

Esta colección fue presentada en el Espacio 600 de Zorrotzaurre (Bilbao), un evento que superó las expectativas de aforo. “Promocionamos el evento por redes sociales e hicimos un cuestionario para hacernos a la idea de la gente que iba a venir. Vino mucha más gente de la que pensaba”, se alegra Rovel. Para Rovel, esta colección ha supuesto un punto de inflexión en su visión artística y asegura que sus planes futuros seguirán esta misma línea.

Arte performativo desde Amorebieta a Copenhague

Asier Quintana (Amorebieta, 1997) sigue la misma línea performativa que Rovel en cuanto a dirección creativa se refiere. El joven diseñador zornotzarra de 24 años es autor de Logela (Habitación), una colección inspirada por el proceso creativo de la performance que obtuvo el premio de Mejor Diseñador Emergente Vasco en 2022, otorgado por BIAAF (Bilbao International Art & Fashion).

Su última colección Logela tiene como objetivo plasmar las cinco emociones primarias que siente un individuo en el espacio más privado y personal del hogar. El discurso narrativo de la obra se inspira en diversos artistas y corrientes internacionales como Yoko Ono, Marina Abramović y el movimiento artístico japonés Gutai.

El resultado fueron “cinco leyendas” en euskera: el refugio (babesa), el descubrimiento personal (ezagutza pertsonala), la creatividad (sormena), el miedo (beldurra) y las raíces (sustraiak).

Procedente de una familia de modistas (su tía estudió diseño y su amama era modista), Quintana tuvo un momento de revelación al visualizar el largometraje del conocido diseñador francés Jean Paul Gaultier. Tras ello optaría por estudiar en Inedi para posteriormente trasladarse a un Máster de Diseño en Copenhage. Optar por una formación académica en moda es, bajo el criterio de Quintana, una opción “muy interesante por el aprendizaje y desarrollo creativo”. Del mismo modo considera que la formación académica ayuda a saber enfocar las salidas de la carrera: “Cuando entras en la carrera entras un poco con la sensación de que puedes ser un diseñador ‘superestrella’, pero no todo el mundo se siente cómodo siendo en esta posición. Por el camino te percatas de que existen otras vías”.

Bolsos sostenibles desde una atelier de Ondarroa

De Ondarroa a Irlanda, pasando por Londres y Bilbao para finalizar en Milán. Jone González (Ondarroa, 1998), dueña de la marca sostenible de bolsos Nélez, ha recorrido las escuelas de moda de todos los rincones persiguiendo una pasión innata que se remonta a su morada en Ondarroa. “Mi madre aprendió a coser con las monjas y nos hacía la ropa. Ya desde pequeña me ponía a hacer punto con ella”, recuerda González.

Al provenir de un pueblo pesquero como Ondarroa la diseñadora no se planteó una carrera relacionada con la moda hasta que su madre, su alma mater, se incribió en la Escuela de Diseño Inedi en Bilbao para formarse profesionalmente. Dos años después, ella y su hija compartirían espacio en la escuela. En el verano del 2020 ambas prepararon un taller de costura en su pueblo natal, que se convertiría en la marca Nélez.

Los bolsos compuestos por materiales sostenibles y diseños combinables son, sin duda, el plato fuerte de su marca. “Al principio me lo tomé como un pasatiempo, pero no tenía ningún objetivo. Visto que a la gente le gustaba lo que hacía registramos la marca. Hacemos diseños para que se lo pueda poner todo el mundo, cómodos pero al mismo tiempo que tengan un toque ”, expresa la diseñadora.

González cuenta con otra rama de su marca enfocada a la exposición de los diseños de su trayectoria profesional: NelezStudio. Entre sus trabajos más notorios destaca el vestido que diseñó para Maria Cerezuela, actriz de ‘Maixabel’ en el Festival de Donostia. Tras ello, la actriz fue nominada a los Goya, acto para el que fue también su diseñadora. La joven emprendedora se encuentra en un momento de descanso después de graduarse en el Máster de Diseño y Moda en Milán, “cuna de la moda” como define a la ciudad italiana, pero asegura volver a la carga con su marca lo antes posible una vez gane más experiencia profesional.

El zoco marroquí trasladado a Bilbao

Salma Bennour (Kenitra, Marruecos, 1999) podría haber sido científica. Sin embargo, la moda tocó a su puerta antes de cursar Bachillerato en el Instituto Fray Juan de Zumarraga en Durango. “De pequeña confeccionaba telas y vestidos a mis muñecas. Siempre me ha gustado este aspecto creativo del diseño y aunque sacara buenas notas en ciencias, ninguna salida laboral me convencía”, recuerda Bennour.

Fue entonces cuando decidió apostar por la Escuela de Diseño Inedi en Bilbao, donde se percató mientras cursaba sus estudios de que la moda requiere algo más que pasión y vocación: “Durante la carrera tienes que formarte y cultivar tu mente para sacar adelante las próximas tendencias”. Además aprendió que solo los grandes diseñadores disponen de equipos que colaboren en sus proyectos. “En la práctica real, los diseñadores pequeños, aquellos que no tienen un gran equipo detrás, solo se tienen a ellos mismos”, señala la diseñadora.

Para su proyecto de final de carrera dedidió enfocarse en un concepto muy personal para ella: “Nací en Kenitra (Marruecos) y siempre he tenido claro que quería hacer algo relacionado con mi cultura”. Partiendo de esta premisa nace Bladi (‘Mi país’ en árabe) una colección de seis piezas compuesta por tejidos fluidos con textura y una gama cromática cálida conformada por naranjas, ocre y rosas. Mediante esta “inspiración exótica y colorida” Bennour evoca el caótico zoco marroquí que se traslada a los recuerdos de su infancia.

Tras esta experiencia Bennour apunta no “querer centrarse en una sola cosa a la vez”. La moda abarca cada vez más disciplinas. Desde modista, estilista, diseñador o incluso periodista de moda, los apasionados de la moda muestran unos perfiles cada vez más polivalentes. Es el caso de Bennour, que marcada por su ímpetu y ritmo, continuará por una vía alternativa mediante un máster de comunicación y marketing online, donde pretende realizar prácticas en alguna revista de moda.

Moda atrevida “made in DELAHERA”

Aritz de la Hera (Erandio, 1996) apuesta por la pasión y la iniciativa autodidacta. Estudió Diseño Gráfico en Ibarrekolanda, donde tuvo la oportunidad de trabajar en los proyectos visuales de GetxoFoto de la mano de Angélica Barco. A posteriori, un golpe de suerte en el año pandémico guió a De la Hera al lugar donde se encuentra ahora. “Mi amigo me dejó una máquina de coser que no utilizaba. Desde entonces me he dedicado a aprender mediante tutoriales en internet a lo grande", cuenta De la Hera.

El joven diseñador bilbaino lanzó su marca DELAHERA en 2021, fundamentada en la estética infantil y la filosofía del upcycling que consta en “reciclar materiales y darles una segunda vida”, según explica. Olvidémonos por tanto de sedas de lujo, encajes sofisticados y piedras preciosas. De la Hera crea magia desde el taller de su casa utilizando sábanas de segunda mano, telas antiguas y cortinas vintages encontradas en los recovecos de mercadillos.

¿El resultado? Puro simbolismo y atrevimiento de la manera más sostenible. Desde pantalones ‘ondulados’, camisetas de ‘ositos’ a manoplas de colores; encontraremos todo tipo de apuestas arriesgadas. De la Hera parece haber encontrado un modelo de negocio que permite que sus clientes den uso continuo a sus prendas alquilándolas en lugar de venderlas. Entre los portadores “made in DELAHERA” se encuentran, entre otros, Arantxa Castilla-LaMantxa, concursante de la primera edición de Drag Race España o el cantante Don Patricio, que utilizó sus prendas para darle un toque de color en su videoclip ‘El Pueblo en la Casa’.