Los trabajos del tramo de conversión de la N-121-A en una vía 2+1 entre Oronoz-Mugaire y Sunbilla, que cuentan con un presupuesto de 21 millones de euros y finalizarán este verano, han consumado un nuevo hito esta semana, con la colocación del nuevo puente de la N-121-A en Sunbilla, que permitirá salvar uno de los puntos negros que ha sido escenario de múltiples accidentes en los últimos años.
El nuevo puente, que constituye una de las principales estructuras singulares del cuarto tramo de la reforma de la N-121-A, será el tronco principal de la carretera que se elevará sobre la nueva glorieta sur de Sunbilla, que quedará a nivel inferior, de manera que permitirá realizar todos los movimientos en el acceso sur a la localidad sin afectar a la circulación principal de la carretera. Estas estructuras se ubican en el punto kilométrico 49+400, entre la ITV de Doneztebe/Santesteban y el citado acceso sur a Sunbilla.
Tres vigas de casi 20 metros
Para su ejecución ha sido necesario levantar 430 metros de muro de acompañamiento que elevarán la carretera y salvarán el desnivel que se genera respecto a la rotonda. Esta semana se han colocado las tres vigas prefabricadas que dan soporte al puente. Miden 17,75 metros de longitud en el caso de las dos vigas laterales y 19,10 metros para la central, por lo que el puente dispondrá de tres vanos y una longitud aproximada de 55 metros.
Las vigas se han colocado mediante grúa y tienen un peso de entre 70 toneladas y 80 toneladas. Posteriormente se ha procedido a instalar las prelosas, con las que se ha obtenido un tablero con anchura de 12,5 metros. Sobre el tablero se van a habilitar dos carriles de circulación del tronco principal de la N-121-A en este tramo, una mediana central de 2 metros, arcenes laterales y los sistemas laterales de contención de la caída de vehículos.
Tres estructuras singulares
El puente y glorieta inferior de Sunbilla es una de las tres estructuras singulares del cuatro tramo, junto con la nueva rotonda de Oronoz-Mugairi y la nueva rotonda de la estación de ITV de Doneztebe/Santesteban.
En cuanto a la rotonda de Oronoz-Mugairi, los trabajos finalizaron el pasado mes de marzo y se procedió a su apertura al tráfico. Se ha diseñado como un punto neurálgico de la Red de Carreteras de Navarra por la convergencia entre las vías que unen Pamplona y Francia por Behobia y por Baztan, y las travesías de las poblaciones de la cuenca del Bidasoa.
La nueva glorieta incrementa la seguridad vial en el cambio de vías entre las tres carreteras que conecta (N-121-A, N-121-B y NA-1210) y permite realizar todos los movimientos, ya que la antigua intersección no posibilitaba los cambios de sentido y conllevaba invadir el carril contrario para girar a la izquierda. Dispone de un diámetro de 46 metros, con una calzada de 6 metros, arcén derecho de 1,5 metros e izquierdo de 0,5 metros, y una acera de 3 metros para el estacionamiento de vehículos de conservación. Se ha dotado de alumbrado público inteligente, con luminarias telegestionadas a través de una aplicación que a su vez recolecta y administra datos para convertirlos en información para la gestión de la infraestructura.
Respecto a la nueva rotonda de la estación de ITV de Doneztebe/Santesteban, ya se han completado las escolleras y se han aplicado las capas granulares como paso previo a su aglomerado.
El Ejecutivo foral inició esta legislatura la transformación integral de la N-121-A como solución a los problemas de seguridad vial. La conversión en vía 2+1 comenzó en 2021 y hasta el momento se han finalizado 17 kilómetros entre Ezkaba y Lantz; se encuentra en construcción el citado tramo Oronoz-Mugaire–Sunbilla; en licitación, las obras entre Almandoz-Oronoz; y se está analizando el proyecto del último tramo entre Sunbilla y Endarlatsa para incluir mejoras pactadas con las localidades incluidas en el trazado. Asimismo, el pasado mes de enero se dio inicio a la duplicación de los túneles de Belate y Almandoz con la licitación de los trabajos para desdoblar el túnel de Belate.