Todo este año será para reflexionar, analizar y compartir las mejores propuestas para que el entorno de La Casilla pueda recuperar aquel esplendor de tiempos pasados. Bares de poteo, restaurantes de postín y de menú, un pabellón a rebosar día sí y día también, y tiendas de todos los colores y olores que han ido languideciendo atrapadas por el paso del tiempo y por las modas cambiantes de la población.
Y el Ayuntamiento de Bilbao busca la fórmula para darle un vuelco a todo esto. Quiere que las alrededor de cuatro mil personas que residen en el triángulo que conforman las calles Autonomía, Avenida del Ferrocarril y Gordóniz tengan las mismas oportunidades y servicios que aquellas que viven en otros barrios del botxo.
Y no serían los únicos beneficiados por esta profunda remodelación del área de influencia de La Casilla. El planteamiento municipal es que las buenas ondas de la renovación de la zona se dejen sentir en Indautxu, Ametzola, Rekalde e Irala, núcleos de población importantes para la actividad diaria de la villa que en la actualidad, sin embargo, están 'desconectados' entre sí por una calle Autonomía desbocada muchos días por el tráfico rodado.
Por eso, una de las actuaciones previstas en esta evolución tiene que ver con dar mayor protagonismo a los peatones en la plaza de La Casilla, pero también en las calles aledañas; por ejemplo, en el tramo entre María Díaz de Haro y Gregorio de la Revilla. También se planteará mejorar las conexiones entre los barrios de Indautxu e Irala a través del eje Ametzola y Rekalde.
La historia del pabellón de La Casilla
Todo ello se espera que tenga una huella evidente en la calidad de vida de las personas residentes en este extenso territorio del botxo y que a diario transitan por la zona, ha remarcado Asier Abaunza, concejal de Planificación Urbana y Obras. Y también lo notará el alumnado de los colegios del entorno, así como los bares, tiendas y demás establecimientos emplazados o que busquen allí su futuro.
"A ello contribuirá también la posibilidad de incrementar el número de plazas de aparcamiento mediante la ampliación del parking rotatorio y de residentes bajo la infraestructura", han explicado fuentes municipales. Con todo, la estrategia municipal pasa por impulsar la vida económica, comercial, social y cultural de estos barrios y, en consecuencia, del conjunto de la ciudad.
"La estrategia para La Casilla y su entorno –ha resumido el alcalde, Juan Mari Aburto- encaja como un guante con los proyectos de renovación urbana diseñados por el Ayuntamiento de Bilbao para las arterias del centro de la ciudad". Se refería con estas palabras a María Díaz de Haro –ya en ejecución y a Rodríguez Arias, que pronto saldrá a licitación, según han anunciado fuentes municipales.
En relación al nuevo pabellón, la concejala de Juventud y Deporte, ha adelantado que se plantea un polideportivo "compacto de última generación que se especialice en el ocio familiar saludable y ofrezca una amplia oferta de actividades, monitorizadas o no, para compartir en familia". Piscina, pilates y yoga, fitness, varias pistas,.. El centro quedaría integrado en Bilbao Kirolak, con las mismas tarifas y condiciones que el resto de instalaciones deportivas municipales.
Además, toda esa transformación urbanística de la zona contempla recobrar el espíritu lúdico del espacio más allá de los tradicionales bailables. Se habla de un equipamiento multiusos cubierto con visión de ciudad en el que tengan cabida eventos de perfil cultural, asociativo, musical o comercial. "O incluso encuentros profesionales podrían tener cabida en el nuevo espacio proyectado", han indicado fuentes municipales. La previsión con que trabaja el Ayuntamiento es que las obras puedan salir a concurso a principios de 2023.