Los líderes de la Unión Europea reconocieron en la cumbre de hoy que el Estado y Portugal necesitan un "trato especial" para gestionar los elevados precios de la electricidad por si bajo nivel de interconexión eléctrica con el resto del bloque.
"Hemos acordado un trato especial para la Península Ibérica de forma que puedan gestionar esta situación tan específica en la que se encuentran y manejar los precios energéticos", afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras una reunión que se prolongó durante casi diez horas.
La alemana señaló que el Estadp y Portugal se encuentran en una situación "muy especial" porque su mix energético tiene una alta proporción de renovables pero "muy pocas interconexiones" con el resto de países de la Unión.
Los líderes europeos han concluido la cumbre tras más de nueve horas y media de debate centrado en la crisis energética actual en el que se han debatido las propuestas planteadas por la Comisión Europea esta misma semana para hacerle frente.
El debate ha estado marcado por las posiciones enfrentadas entre la postura defendida por España, con el apoyo de Portugal, Italia, Grecia y Bélgica, a favor de intervenir el mercado y fijar un límite al precio de la energía, y los países contrarios a medidas de este tipo, liderados por Alemania y Países Bajos.
Sánchez califica la decisión de "gran logro"
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que esta "excepción ibérica" permitirá al Estado y a Portugal adoptar medidas para rebajar los precios de la energía.
Sánchez ha comparecido junto al primer ministro de Portugal, Antonio Costa, tras más de nueve horas y media de debate para anunciar lo que ha calificado de "gran logro" para ambos países, que llevan meses trabajando en este sentido.
"A partir de hoy podremos poner en marcha medias excepcionales y limitadas en el tiempo para reducir los precios" de la energía, ha señalado Sánchez, precisando que ambos gobiernos tendrán que presentar sus propuestas a la Comisión Europea para que de su aval, para lo cual se tendrá en cuenta "las condiciones especiales de la Península" como isla energética.
El presidente del Gobierno ha recalcado que es "una medida excepcional, temporal, que no supone subvencionar al gas, que no distorsiona los incentivos para las renovables ni los flujos eléctricos entre países" y que, en definitiva, "no distorsiona el mercado de la electricidad" europeo. "Nos va a permitir a ambos gobiernos rebajar los precios de la energía", ha remarcado.