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La CHE ha tenido que acometer de urgencia 528 actuaciones en 42 municipios

La Confederación Hidrográfica del Ebro lleva trabajando en Navarra desde febrero en prevención
Vista de los daños causados por el agua tras las inundaciones provocados por el desbordamiento del río Ebro, en el municipio de Buñuel.

A raíz de las extraordinarias inundaciones de diciembre de 2021, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha desarrollado y tiene planificadas diversas intervenciones destinadas a reducir los riesgos de inundación en los cauces de la cuenca del Ebro que discurren por territorio de la Comunidad Foral de Navarra.

Dentro de esos planes, aseguran desde la Confederación, las conocidas como “obras de emergencia”, están destinadas a la restitución de los cauces y los sistemas de defensa frente a las inundaciones (diques, motas, muros, etc.) a su estado anterior al paso de la avenida.

Los trabajos se han dividido en dos fases. La fase 1 se ha destinado inicialmente a reparaciones urgentes e inmediatas y, en algunos casos, provisionales, con el objetivo de evitar que crecidas posteriores al paso de la riada extraordinaria pudieran aumentar los daños ya ocasionados al encontrarse los sistemas de defensa con importantes daños. Esta parte comenzó en febrero de este año.

Por otro lado, los trabajos de la fase 2 comenzaron en junio de 2022 y son reparaciones definitivas y de consolidación. Ambas fases estarán finalizadas este año, con un global de 528 puntos de actuación en Navarra en 42 términos municipales y en los siguientes cauces: Ebro, Aragón, Arga, Ega, Irati, Arakil, Alzania, Basaburua, Burunda, Larraun, y Ultzama.

El importe previsto de los trabajos es de 7 millones de euros (3,1 millones la fase 1 y 5,9 millones la fase 2), dentro de los presupuestos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO)

Conservación y mantenimiento de cauces

El Programa de Conservación y mantenimiento de cauces lleva a cabo actuaciones destinadas a la restitución de la capacidad de desagüe de los cauces, tratamientos de la vegetación de ribera y restauraciones ambientales.

Desde diciembre de 2021, se han realizado 40 actuaciones de conservación de cauces en Navarra, en los ríos Ebro, Arga, Aragón, Irati, Queiles, Salazar, Esca, Ulzama, Robo, Zidacos y Mayor, en 25 términos municipales.

Para el año 2023 hay inventariadas un total de 44 actuaciones, que se irán acometiendo en función de la importancia de cada intervención.

Crecida 2021 en Navarra

En diciembre de 2021 hubo un episodio de avenida extraordinaria. Entre el 23 noviembre y el 13 diciembre de 2021, la llegada de sucesivos sistemas frontales atlánticos dio lugar hasta a seis episodios de crecida ordinarios en los ríos del cuadrante noroeste de la cuenca del Ebro, que culminaron con un evento extraordinario en el que se combinaron lluvias extraordinarias con fusión parcial o total, según cuencas, del manto de nieve acumulado previamente. Los ríos navarros, Arga, Irati y su correspondiente tramo del Ebro, fueron los que experimentaron los eventos más excepcionales, por encima de 20 años de periodo de retorno, y también donde se produjeron las mayores afecciones.

Desde el 22 de noviembre hasta el 7 de diciembre, una sucesión de frentes atlánticos fue barriendo el norte de la cuenca del Ebro, dejando precipitaciones abundantes en forma de lluvia y de nieve. En el tercio norte llegó a saturarse la capa superficial del terreno, las escorrentías se incrementaron y los ríos de la margen izquierda del Ebro experimentaron sucesivas crecidas, la mayor parte de ellas de carácter ordinario, aunque alguna alcanzó caudales extraordinarios, destacando las importantes crecidas del Nela y del alto Ebro de los días 29 y 30 de noviembre, que ocasionaron importantes inundaciones en Miranda de Ebro y Villarcayo.

En este contexto de numerosos cauces en situación de aguas medias o altas, suelos colmados de agua y nieve se llega al día 8 de diciembre, momento en el cual se desencadena el evento meteorológico que da lugar a las avenidas extraordinarias.

De entre todas las crecidas destacaron las registradas en las cuencas del Nela-Trueba (Burgos), del Arga- Araquil y del Irati (Navarra), todas ellas asociadas a un periodo de retorno superior a 20 años, en cuanto a sus caudales máximos.

También extraordinarias, asociadas a un periodo de retorno de entre 5 y 20 años, fueron las observadas en los ríos Jerea, Omecillo, Bayas, Alegría, Zayas, Zadorra, Ayuda, Ega, Salazar, tramo bajo del Irati, Esca, tramo medio y bajo del Aragón y todo el tramo del Ebro que va desde la confluencia con el río Nela, hasta el embalse de Mequinenza.

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Muchas de estas crecidas destacaron tanto por su caudal punta, como por su volumen. En el caso del Arga, por ejemplo, por Etxauri, en 48 horas, circularon 178 hm3 de agua, frente a los 120 hm3 que pasaron en febrero de 2003, pasando éste a ser el segundo episodio más importante desde el de 1997.

También hubo afecciones muy importantes en los cascos urbanos de poblaciones como Miranda de Ebro, Pamplona, Villava, Huarte, Burlada, San Adrián, Funes o Tudela. Se vieron al mismo tiempo afectados polígonos industriales de estas zonas. También muy destacables fueron las afecciones en toda la llanura de inundación del Ebro en las comunidades autónomas de Navarra y Aragón, con miles de hectáreas inundadas afectando a explotaciones agrícolas y ganaderas.

12/12/2022