Ángela Fernández Alonso es Ingeniera Superior Química, Técnica Superior en Riesgos Laborales, Executive MBA y Doctora Industrial en Ingeniería Química. Desde 2020, dirige Agaleus, empresa de servicios medioambientales, y preside la Asociación Vizcaína de Empresas Químicas, Aveq-Kimica. Es una de las más de 13.000 mujeres dedicadas a la I+D en Euskadi, según los datos hechos públicos por Eustat en 2024.
Desde niña tuvo claro su futuro en la ciencia. “Me encantaban las matemáticas, la física… En bachiller, una profesora me transmitió su pasión por la química, y cuando descubrí la carrera de Ingeniería Química, no dudé en elegirla”, explica. Su trayectoria la ha llevado a ser referente en un sector históricamente dominado por hombres. “A veces he sentido soledad en reuniones de trabajo, pero la clave es la confianza en una misma”, afirma.
El sector ha avanzado en igualdad, aunque persisten retos como la brecha salarial y la falta de referentes. “Necesitamos visibilizar más a mujeres en STEM para inspirar a las nuevas generaciones. También debemos erradicar sesgos y fomentar la corresponsabilidad”, sostiene Ángela. Su consejo para las niñas que quieren dedicarse a la ciencia es claro: “Que sigan su pasión y confíen en su talento; hay muchas oportunidades esperándolas”.
El camino, no obstante, sigue siendo largo. Según un informe de la UNESCO, las mujeres representan solo el 33% de los investigadores a nivel mundial. Este dato pone de manifiesto un mensaje importante: el mundo necesita la ciencia y esta, a las mujeres. La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció 11 de febrero como una fecha para promover la reflexión sobre el acceso igualitario de las mujeres y las niñas a la ciencia, así como para avanzar en la igualdad de género y el empoderamiento femenino.
Situación en Euskadi y Nafarroa
En Euskadi, las mujeres representan el 37,8% del personal en I+D, cifra que ha crecido un 35,7% en la última década. La enseñanza superior muestra diferencias por áreas: aunque son mayoría en ciencias de la salud (78%), siguen siendo minoría en ingeniería y arquitectura (29%). En Formación Profesional, la situación es similar: las alumnas predominan en sanidad y química, pero apenas alcanzan el 15% en informática o fabricación mecánica.
El bachillerato de Ciencias y Tecnología ha ganado presencia femenina, alcanzando el 51,4% del alumnado. Sin embargo, las carreras STEM todavía presentan una brecha de género significativa. En la universidad, un 54,3% del alumnado total son mujeres, pero en grados de ingeniería como electrónica, informática o mecánica, su presencia no supera el 20%.