Chernobyl, Auschwitz o Mina Mir son sitios con historia y, para muchos, con morbo. Explorar zonas que están deshabitadas ha sido un pasatiempo muy común y conocer las razones por la que una zona de vida terminó sin ella, crea mucha expectación. Fábricas, pueblos o islas enteras pueden ser un destino para los aficionados de `urbex´, la moda de visitar los lugares abandonados. En este caso nos centramos en la isla de Chipre y en una de sus zonas más conocidas a finales del siglo pasado.
La política y administración de la isla de Chipre siempre ha sido un tanto confusa. Dicha isla se divide en varios territorios gobernados por distintas instituciones: la parte sur de la isla está oficialmente gobernada por el país de Chipre (aunque la corona británica tiene poder en pequeñas urbes), mientras que en el norte hubo una autoproclamación por parte de la República Turca del Norte de Chipre, fundada el 15 de noviembre de 1983.
Debido a los siglos de conflicto que han tenido los otomanos (ahora turcos) con el resto del Mediterráneo y, por la lucha por la ciudad de Famagusta de la que hablaremos más tarde, la Organización de Naciones Unidas (ONU) se asentó, en lo que llaman la `Línea Verde ́. Consiste en una especie de frontera que está bajo la administración de la ONU y sirve para que la isla quede dividida en dos y se separen ambos territorios conflictivos.
La ciudad de Famagusta se encuentra actualmente bajo el poder de la República Turca del Norte de Chipre. Esta ubicación fue un gran reclamo turístico en los años setenta, cuando grandes inversiones la convirtieron en un lugar idílico para los veraneantes. Aunque ahora también tiene preciosas playas y se encuentra llena de actividades de ocio y de viajes hacia las islas griegas y Turquía, desde 1974 no ha podido volver a tener tanta repercusión mundial.
Dentro de esta ciudad situada al noreste de la isla, hay un famoso barrio al que se le conocía como el Benidorm o la Lloret de Mar chipriota. Varosha es, a día de hoy, un barrio dentro de Famagusta sin luz ni gente. Esta zona fantasma recoge mucha historia y este 20 de julio cumple 50 años desde su precipitado abandono.
Varosha
Este distrito era la parte más moderna y turística de la ciudad de Famagusta. Situada en un enclave perfecto para los rayos de sol y las playas resplandecientes, era una localización inmejorable para pasar las vacaciones. Varosha fue uno de los primeros destinos de los turistas no chipriotas y, durante su apogeo entre 1970 y 1974, se construyeron decenas de hoteles y grandes edificios. Celebridades pudientes como Elizabeth Taylor, Richard Burton, Raquel Welch y Brigitte Bardot pasaban sus días libres allá, hasta que el ejército turco decidió forzar una invasión.
El 20 de julio de 1974, sus habitantes fueron expulsados sin miramientos por el ejército turco y la ciudad ha permanecido abandonada y sin habitantes desde entonces. La ausencia desde hace medio siglo de habitantes y, por tanto, de tráfico y de construcción de infraestructuras, ha hecho que la ciudad muestre otro lado más natural; en los últimos años se ha podido ver fauna salvaje intentando recuperar su hábitat natural, tanto tortugas desovando como peces recuperando la zona marítima. A su vez, debido a la falta de reparaciones en las instalaciones, la flora ha empezado a entrelazarse entre los edificios y por las calles de esta ciudad fantasma.
Situación política y militar
Tras el golpe de estado de 1974 y el fracaso de las tropas grecochipriotas en un intento de fuego cruzado, toda la población huyó para evitar la masacre. El ejército invasor avanzó hasta la actual `Línea Verde´, y valló la zona de Varosha como base militar. Treinta años más tarde, en 2004, se elaboró una propuesta que daría vía libre a Chipre para recuperar las zonas perdidas durante el golpe de Estado y también todas las infraestructuras dentro de la zona. El Plan Annan consistía en una unión entre los grecochipriotas y los turcochipriotas para formar una nueva nación. Este referéndum no salió adelante por los votantes grecochipriotas, así que Varosha no volvió a lo que era.
Dada la Resolución 550 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y varios intentos más de unificación a la zona de Chipre, el distrito de Varosha sigue siendo un enclave militar vallado, al que desde 2017 se puede acceder de manera registrada y mediante un acuerdo con las Naciones Unidas y la República Turca del Norte de Chipre, aunque tristemente sólo para la población turca.
"Me duele venir a mi ciudad natal como turista. Que tenga que pedir un permiso para visitar mi ciudad natal ocupada. Que tenga que mostrar una identificación para ir a la playa donde crecí. Todo me duele", afirma Pavlos Iacovou. Su familia tenía un hotel en primera línea de playa desde mediados de siglo, hasta que las tropas destruyeron su negocio familiar. Esta Resolución priva a los antiguos dueños de poder volver a recuperar sus pertenencias ya que pueden regresar, pero no pisar suelo perteneciente a los turcos. Esta contradicción genera que la zona siga igual que en 1974.