La CNMC tardará al menos cinco meses en analizar la opa del BBVA

Tras lanzar la opa hostil sobre el 100% del capital del Banco Sabadell, el BBVA estimó que el proceso para lograr las autorizaciones necesarias por parte de diferentes organismos y cerrar el proceso le llevaría entre seis y ocho meses. Sin embargo, los plazos podrían alargarse dependiendo del tiempo que se tome en su análisis la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que el pasado viernes recibió la solicitud por parte de la entidad vasca. Por lo tanto, el tiempo ha empezado a correr para un examen que se desarrollará en dos fases de unos cinco meses de duración, como mínimo, porque el tiempo inicialmente previsto podría hasta duplicarse.

En la primera fase, que en teoría dura un mes, Competencia analizará la operación y su consejo decidirá si la fusión debe ser autorizada o, si por el contrario, exige un análisis más detallado. Según el organismo, la mayoría de las operaciones se aprueban en esta fase, como fue el caso de la fusión de CaixaBank y Bankia, la mayor operación de concentración de la historia financiera del Estado, que recibió el visto bueno –aunque con condiciones– en esta etapa, que se alargó durante cuatro meses.

En cambio, los analistas coinciden en que, en esta ocasión, hará falta una segunda fase, en la que se llevaría a cabo un análisis más minucioso todavía que incluye, generalmente, a terceros. En esta etapa, el consejo de la CNMC deberá resolver, en un periodo de cuatro meses, si la concentración deber ser autorizada en pleno o con compromisos. Hay que tener en cuenta que cada vez que el organismo pida explicaciones o nueva documentación, el plazo para emitir su dictamen comienza a correr de nuevo en su totalidad, por lo que el tiempo inicialmente previsto se alarga.

Asimismo, si no existen compromisos o condiciones que permitan resolver los problemas de competencia identificados, la CNMC podría llegar a prohibir la concentración. Una vez se pronuncie Competencia, de forma favorable o contraria a la fusión, le tocará el turno al Ministerio de Economía y Hacienda, que podrá elevar la decisión sobre la concentración al Consejo de Ministros.

Garante de la competencia

Con la entrada en vigor de la Ley de Defensa de la Competencia de 2007, se limitó considerablemente la intervención del Gobierno en el control de las operaciones de concentración. Así, la autorización de las operaciones corresponde en exclusiva a la CNMC, organismo encargado de vigilar los riesgos en materia de concentración de poder o aumento de precios que pueden traer este tipo de operaciones, y únicamente si una determinada operación se prohíbe o si se subordina a compromisos durante la segunda fase, el Ministerio de Economía podría decidir elevarla al Consejo de Ministros.

No obstante, aunque la CNMC aprobara la posible fusión del BBVA y el Sabadell en la primera fase, el Gobierno cuenta con una disposición adicional en la ley de solvencia bancaria que deja en manos del Ministerio de Economía el visto bueno final. Y hasta el momento, el titular de esta cartera, Carlos Cuerpo, ha mostrado en reiteradas ocasiones su rechazo a la integración del Sabadell en el grupo BBVA.