Una dieta equilibrada es junto al ejercicio moderado la clave para una buena salud. Es el punto de partida del XV Congreso de la SENC que se celebrará en la Universidad de Deusto en el que se propondrá un debate sobre nuevos avances en salud pública nutricional, además de iniciar proyectos colaborativos y dar un impulso a los alimentos Km0 en las nuevas Guías Alimentarias para la Población (2025). También se hablará de educación nutricional y culinaria impartida en escuelas, mejorar los menús colectivos, mayor control de los contenidos de pesticidas, metales pesados y microplásticos en los alimentos y programas de capacitación nutricional para adultos.
QUIÉN ES
Javier Aranceta Bartrina es Doctor en Medicina y Nutrición, y presidente de la Academia Española de Nutrición y de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). También es presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco. Entre sus numerosos premios se encuentra el Premio Grande Covian y Gregorio Marañón. Además, ha publicado numerosos libros sobre nutrición y salud pública, y nutrición y salud comunitariaos. Es Académico de la Real Academia de Doctores, Real Academia Europea de Doctores y de la Real Academia de Gastronomía.
Dieta equilibrada, ejercicio, no fumar ni tomar alcohol... son medidas saludables pero sin patente, ¿por qué preferimos que nos receten fármacos caros (ozempic por ejemplo) más que seguir esas reglas sencillas y baratas?
Estas medidas clásicas son siempre necesarias, pero no siempre suficientes porque la obesidad y otros problemas de salud tienen componentes genéticos o metabólicos que necesitan acompañar los estilos de vida saludables con un componente colaborativo, en ciertos casos un fármaco, que mejore la intervención.
¿Qué papel debieran jugar las administraciones para impulsar estilos de vida (la alimentación entre ellos) saludables personales y comunitarios?
Las administraciones en todos sus niveles de actuación tienen un rol clave para la promoción de la salud. El primer nivel y quizá más importante es el municipal, porque es la primera línea de entorno. Pero estos proyectos necesitan organización, financiación específica y profesionales cualificados.
Lácteos, frutas, verduras, pescados, carne con moderación, nada o poco alcohol... Es fácil encontrar información de dietas saludables, pero ¿por qué fallan, por poca información, ignorancia, falta de voluntad, son caras …?
Es más apetecible y más cómoda la dieta a base de ultraprocesados, hamburguesas, bocadillos, pizzas, etc. Cocinar necesita tiempo, dinero y mucho cariño. La idea que debemos divulgar es que el tiempo dedicado a comprar en el mercado de cercanía, cocinar en casa las recetas tradicionales y comer en compañía nos lo ahorramos en tiempos de espera en el ambulatorio.
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¿La nutrición saludable tiene código postal? ¿O es factible alimentarse equilibradamente con un presupuesto modesto?
El código postal tiene relación con entornos más o menos vulnerables por capacidad económica, cultural y nivel educativo. La solución es priorizar estos distritos en educación nutricional (enseñar a comprar, cocinar y estilos de vida saludables), facilitar entornos saludables (espacios deportivos, actividades recreativas sanas y sostenibles, poner en marcha medidas que faciliten el acceso a opciones de alimentos y bebidas más saludables, por oferta, p.ej. centros educativos; y por precio, monitorización y evaluación de las acciones comunitarias en la zona, etc.). Necesitamos ser más proactivos en estos entornos; ahorraremos mucho en gasto sanitario.
En los supermercados día a día se amplían las zonas dedicadas a alimentos precocinados; desde el punto de vista dietético y de salud, ¿son mejores, iguales o peores que los preparados tradicionalmente en casa?
El gold standard es la comida preparada en casa. La cocina de la abuela no tiene posible competidor ni en sabor ni en salud. La comida preparada puede ser un complemento de interés gestionada con criterio. Algunos platos como la merluza en salsa verde, el pollo asado, las albóndigas de bacalao, etc. pueden ayudarnos a complementar una comida o cena a base de ensalada o verdura al vapor. Los procesados y ultraprocesados no tienen interés para llevar a casa. Necesitamos organizarnos mejor con las compras y el tiempo de cocinado, cocinar segundos el fin de semana para congelar y refrigerar. La colaboración de todos los miembros de la familia mejora mucho el panorama.
“ Si comemos bien, nos ahorramos las esperas en el ambulatorio ”
Alimentarse bien requiere estar bien informado. Para entender las etiquetas de los alimentos, o eres un experto o la mayoría resultan ininteligibles. ¿Qué se puede hacer?
Acudir con unas gafas de refuerzo a la comprar de supermercado. No hay problema si compramos productos frescos, de temporada y en el mercado de cercanía. Cualquier duda nos la soluciona el tendero/a.
Gluten, lactosa, histaminas, frutos secos... Las alergias e intolerancias parecen crecer al galope. ¿Por qué hay tantas? ¿Están aumentando o es una estrategia de mercadotecnia para vender más caro?
Seguramente ahora hay más posibilidades diagnósticas y muchas molestias las vinculamos con componentes de los alimentos. Los alimentos sin se venden más caros porque han requerido un proceso tecnológico que encarece el producto. O lo evitas o pagas la alternativa sin. En mi opinión, en muchos casos estos productos benefician realmente al consumidor con estas necesidades especiales. La verdad es que necesitamos más productos sin pesticidas ni metales pesados ni microplásticos.