Llevaba ya dos meses alejada de Sálvame, concretamente desde que se casó con Omar Sánchez en una mediática boda emitida minuto a minuto en el programa, pero ahora parece que Anabel Pantoja abandona definitivamente su puesto en el espacio que presenta Jorge Javier Vázquez (o Carlota Corredera, o Paz Padilla, según el día).
La sobrina de la tonadillera más famosa de España ha decidido no mantener su silla en un programa en el que cada vez se sentía más cercada por la polémica. En primer lugar, porque hace un par de semanas se especuló (más bien aseguró) que su ya marido le había sido infiel tras la boda, pese a no contar con pruebas; y además porque no quiere que las continuas polémicas entre sus primos Kiko Rivera e Isa Pantoja le sigan salpicando y tenga que tomar partido.
Además, a Anabel le sonríe la suerte en su faceta de influencer y piensa que centrándose en las redes sociales y en su negocio de venta de joyas puede ganarse la vida sin estar expuesta a los escándalos día sí, día también. Al parecer, habría justificado su decisión a la revista Semana con una afirmación tajante: "Quiero trabajar dignamente".
Y se lo puede permitir, porque cuenta nada menos que con 1.600.000 seguidores en Instagram, y eso supone un enorme atractivo para las marcas, algunas de ellas muy conocidas, que confían en ella para promocionarse.
Habrá que ver si con el paso del tiempo no hay una vuelta atrás de la sevillana (ahora afincada en Canarias) o si el programa de las tardes de Telecinco no tira la casa por la ventana para intentar volver a atraer a una colaboradora que comenzó un tanto floja pero que en los últimos tiempos se había hecho imprescindible en el plantel de colaboradores y había ofrecido buenas dosis de audiencia.