Es tiempo de ir retirando todas las ayudas e intervenciones en el mercado eléctrico. Es la última petición que ha transmitido la Comisión Europea a sus estados miembro, toda vez que la situación, según Bruselas, no es la misma que la del año pasado, cuando el impacto causado por la guerra en Ucrania desestabilizó los precios en los mercados energéticos, en especial de luz y gas. Se trata de un mensaje que la Comisión ha expuesto en anteriores ocasiones, en las que ha dejado la puerta abierta, no obstante, a medidas orientadas a proteger a los hogares y sectores más vulnerables.
En el caso de España, las medidas que están en vigor, tras ser prolongadas en sucesivas ocasiones el año pasado, son la rebaja del IVA de la electricidad del 21 al 5%; la suspensión del Impuesto sobre el Valor de la Producción Eléctrica; la reducción al 0,5% sobre el Impuesto Especial sobre la Electricidad; y la rebaja del IVA del gas. En su Programa de Estabilidad remitido a la Comisión Europea para evaluar sus progresos en la recuperación económica postcovid, el Gobierno de coalición se comprometió a retirar todas estas medidas, aunque de forma gradual y a lo largo de este año y el que viene.
Ahora, lo que pide la Comisión Europea es que se acelere esa eliminación de subvenciones y se concluya a finales del mes que viene. Un plazo altamente improbable de cumplir. En cualquier caso, la Comisión Europea no alude de forma explícita en sus recomendaciones a la ‘excepción ibérica’, que supone un tope al gas empleado para la generación de electricidad y cuyo mecanismo Bruselas validó para que esté en funcionamiento hasta finales del presente año en España y Portugal.
En concreto, la Comisión Europea estima que no hay “evidencia” de que sea conveniente prolongar más allá del mes de junio esas intervenciones de emergencia, entre las que están el límite de ingresos a las energías inframarginales (nucleares y renovables). La restricción se estableció en un tope de 180 euros para los ingresos del mercado por megavatio hora de electricidad producida a fin de minimizar el impacto en el precio final de la electricidad de las fuentes marginales que determinan los precios, como el carbón o el gas. En el caso español, ese tope está establecido en 67 euros el megavatio.
El informe de la Comisión Europea pone énfasis en recordar que los precios de la electricidad han caído a menos de 80 euros el megavatio, con la previsión de que los altos precios que se registraron el año pasado sean “menos probables” en el próximo invierno. A juicio de la Comisión, las medidas de intervención en el mercado eléctrico “han generado una gran incertidumbre entre los inversores”.
El informe de conclusiones de la Comisión, trasladado esta semana al Consejo y al Parlamento Europeo, se conoce en plena negociación para reformar el mercado de la electricidad de la Unión Europea, que se espera pueda cerrarse durante la Presidencia española del Consejo de la UE en el segundo semestre del año. Ante las condiciones “actuales y previstas” de precios, la Comisión también considera pertinente no prorrogar esas medidas.