Navarra

La comparsa de gigantes de Zizur Mayor: herederos de una tradición que cumple 30 años

Presentan sus cuatro figuras renovadas coincidiendo con el chupinazo de fiestas de la localidad
Javier Azqueta y Urko Aldaz en primer plano, acompañados por los gigantes de Zizur Mayor, que a partir de hoy lucirán un nuevo aspecto.

La comparsa de gigantes de Zizur Mayor nació “un poco a trozos”, confiesa Urko Aldaz. Todo comenzó en 1982 cuando los kilikis llegaron al pueblo. Al igual que ocurre en la tradición actual, el diablo, la bruja, el navarrico y la navarrica abrieron estómago para lo que vendría once años después. Ahora la comparsa celebra 30 años de vida con muchas historias por contar.

En 1992 se estrenaron los gigantes que han dado mucho color a las fiestas de Zizur Mayor. “Todavía no había nacido la comparsa. No se había fundado un grupo; venía gente de fuera —por lo general de la asociación de Pamplona— que daba vida a las figuras de los mayordomos, el Sol y la Luna. Un año después varias personas del pueblo con mucho arraigo se unieron para formar la comparsa”, explica Urko. Los dos últimos fueron un regalo de la txaranga Galtzagorri después de haberse enterado de que el Ayuntamiento, antes Concejo, había encargado la pareja de mayordomos al constructor José María Ganuza “porque vieron que quedaba un poco triste que el pueblo tuviera solamente dos gigantes”, asegura.

Urko Aldaz y Javier Azqueta, miembros de la junta directiva de la comparsa de gigantes, comenzaron cuando tenían apenas nueve o diez años. Se muestran dos realidades marcadas por la pasión. Javier continúa una tradición familiar que iniciaron sus tíos y su padre en 1993. “Empecé con los kilikis hasta los 14, que fue cuando portaba a los gigantes. He pasado por todos, pero sobre todo me encargo de la mayordoma. Es una costumbre que me va a acompañar toda la vida”, sonríe. Por otro lado, Urko no tuvo una trayectoria que seguir, pero “sí me gustaba ir con mis padres a ver los gigantes por la mañana. Me llamaban mucho la atención. Quizá eso ya dice mucho sobre todo lo que iba a venir después”, recuerda Urko. Ahora hace pareja con Javier y baila con el mayordomo.

La intención de la Comparsa era presentar en sociedad a sus figuras renovadas antes de fiestas. Pero tuvieron que suspender el espectáculo programado por culpa de la lluvia. Sin margen para habilitar otra fecha antes de fiestas, las nuevas figuras debutarán este miércoles en el habitual pasacalles que se celebra tras el lanzamiento del cohete. Lo harán acompañados de la Txaranga Galtzagorri, Gaiteros de Zizur, Gaiteros Baztan y Txistularis Ilunabarra.

Despedida: 25 de noviembre

La celebración del 30º aniversario de la Comparsa –con la despedida de los antiguos gigantes– se ha trasladado al sábado 25 de noviembre, en fiestas pequeñas de la localidad, previsiblemente por la tarde (horario aún por definir). El planteamiento es el mismo. Un espectáculo titulado 30 años de vida, 30 años de historia, “para mostrar todos los cambios que han aparecido con el tiempo”. Para Javier “es algo muy especial porque la tradición ha hecho que 30 años después esté aquí con mis amigos y con una trayectoria para la comparsa que tiene mucho camino que recorrer a partir de este momento”.

El espectáculo teatralizado quiere “recorrer la historia de la comparsa desde los inicios hasta la actualidad” en un “viaje musical con distintos estilos de danza”, destacan. Hace algunos años en la Comparsa pensaron que el Sol y la Luna debían tener un cambio imagen porque “son más pequeños y por estética queríamos que los gigantes fueran exactamente iguales de altura y tamaño. Quisimos que se diseñara algo distinto; dar un paso adelante”, comenta Javier. Christian Azcona y Manu Urabayen han creado los nuevos gigantes y el encargado de confeccionar los trajes ha sido Fermín Teruel, sastre habitual.

30º aniversario Comparsa de Zizur Mayor Iñaki Porto

Los viejos tiempos

La comparsa cumple 30 años y cuenta con un recorrido que varias generaciones de vecinos pueden recordar. Javier y Urko también lo hacen y vuelven al momento en el que eran pequeños, antes incluso de cuando empezaron a portar los cabezudos. “Me fijaba en todos los gigantes por igual. Me gustaban mucho todos, pero ninguno era mi favorito. Todos me parecían especiales, aunque igual si les pregunto a mis padres me redescubren un pensamiento de niñez”, ríe Urko. Javier tuvo más problemas porque “cada uno de mi familia llevaba uno distinto. Sin embargo, yo siempre solía andar detrás de la Luna”, rememora.

Los vecinos de Zizur Mayor son herederos de una tradición que les une desde hace tres décadas; que ha hecho mayores a muchos y que ahora disfrutan las generaciones pasadas y venideras. ¡Muchas felicidades!

13/09/2023