Gorka Aranberri, Mikel Azkarate, Yeray Cayón, David Iglesias, Óscar Andrés Medina y Ander Zabala ya saben lo que es ganar la Bandera de La Concha. Algunos, como Aranberri, cuentan con seis. Otros, como Cayón o Zabala, tan solo tienen una. Pero todos y cada uno de ellos la ganaron por última vez la temporada pasada. Cuando defendían los colores de Santurtzi. Cuando La Sotera se llevó la Eusko Label Liga y La Concha en una campaña inolvidable para la afición morada. Sin embargo, ahora, los seis remeros se encuentran en una situación singular: tienen posibilidades de reeditar su éxito en Donostia, pero con otro equipo. Porque ahora forman parte de la plantilla de Urdaibai, un club que tras un 2021 irregular –finalizó sexto en la liga con solo una bandera– decidió reforzarse con los puntales de un Santurtzi mermado por una grave situación económica. El primero en cambiar de bote fue Iker Zabala. El técnico bermeotarra, tras ganarlo todo como morado, decidió regresar a Urdaibai para ayudar a resurgir el club de su casa. Para cambiar la dinámica de un club acostumbrado a ser protagonista. Para ello, se llevó con él a su patrón de confianza, un Aranberri que también volvía a la Bou Bizkaia después de pasar por Orio y Santurtzi con más éxitos que fracasos. Y, con estos dos efectivos ya en sus filas, al club azul no le hizo falta mucha labia para convencer al resto de remeros. “Urdaibai es un equipo en el que conoces a la mayoría de la plantilla y como estaban ya Iker de entrenador y Ander de preparador ya sabía la dinámica que iba a haber. Así que venir era una apuesta segura porque tampoco me iba a ningún sitio desconocido e iba a estar con personas con las que ya había estado el año pasado. Aunque haya sido un cambio de club, tampoco ha sido un cambio radical”, reconoce Azkarate. Asimismo, Medina explica que Zabala fue un factor importante para su trasvase de Santurtzi a Bermeo: “Urdaibai tenía un proyecto ganador, quería ir esta temporada a ganarlo todo y fue él quien dio el pasado para que fuéramos”.
De esta forma, líder de la Eusko Label Liga y favorito para llevarse la Bandera de La Concha, no parece que Urdaibai haya acusado el cambio radical que dio a su plantilla. Por ello, aunque Medina admite que la trainera aún “nota la falta de bloque porque al ser un conjunto nuevo lo que nos falta son kilómetros juntos para ser más equipo”, la Bou Bizkaia tiene un histórico doblete al alcance de su mano. Con todo, por el momento, la competición regular está aparcada. Ahora en Bermeo solo se piensa en Donostia. Ahora, los seis remeros solo piensan en reeditar su corona. “Haber ganado ya La Concha te da cierta confianza en ti mismo para ir a por otra. Sabes muy bien lo complicado que es ganarla, entonces no te hace falta demasiada motivación para saber qué es lo que quieres”, dice Azkarate. Y Medina le da la razón: “Ambición hay porque todas las ediciones son distintas, con todo lo que conlleva”. Y en esta, tras la disputa de la primera jornada, Urdaibai tiene 7,64 segundos de ventaja sobre Hondarribia y 7,70 segundos de renta sobre Donostiarra. Un excelente segundo largo de la Bou Bizkaia la convirtió en la principal candidata al triunfo durante el primer domingo. Pero tanto Medina como Azkarate saben que la Bandera de La Concha se ondea en el segundo. Por lo que no se fían ni de la Ama Guadalupekoa ni de la Torrekua II: “Tanto Hondarribia como Donostiarra han dado mucha guerra en ciertas regatas, así los dos botes son bastante peligrosos”. “Encima es a un día. Igual Hondarribia ha sido más regular en el año y, por eso, para la liga el rival directo sería él; pero se ha visto que Donostiarra en días puntuales anda muy rápida así que no podemos descartar a ninguno”, prosigue Zabala.
Con la afición, la mejor
Los colores de Aranberri, Azkarate, Cayón, Zabala, Iglesias y Medina no fueron lo único que cambió de la pasada edición de La Concha a la actual. El domingo pasado afición también pudo volver a la bahía donostiarra tras el parón obligado por la pandemia. El amarillo, el verde, el rojo, el azul... tiñeron la capital guipuzcoana. Y amenazan con volver a hacerlo de nuevo pasado mañana. Así, poder celebrar una Bandera de La Concha junto a los seguidores es algo que remeros como Cayón o Zabala vivirían y disfrutarán por primera vez. “Se nota mucho el ambiente. Estamos acostumbrados a que en La Concha haya mucha gente, lo raro fue el año pasado: desembarcar después de haber ganado la bandera y no haber ni familiares… Era triste. Había menos gente que en un entrenamiento normal. Ahora es como volver”, explica Azkarate.