La sostenibilidad va a ser uno de los principales ejes sobre los que va a pivotar la economía del futuro, e incluso ya a medio plazo. La construcción, tanto en sus vertientes de edificación como de rehabilitación, será un agente importante en el desarrollo de ciudades con una mayor eficiencia energética. De eso se habló este jueves en Bilbao, en el foro 'Construcción Industrializada: nuevos sistemas de rehabilitación’, que organizó el Grupo Noticias con la presencia de los agentes más importantes del sector, como arquitectos, constructores, ingenieros y empresarios del ramo.
Santiago Iribarren, presidente de la delegación en Navarra del COAVN (Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro), ofreció las principales claves de esta estrategia de construcción. Sus grandes objetivos es la consecución de más “seguridad, sostenibilidad y calidad” en la arquitectura de las edificaciones, para lo que se presume fundamental la “colaboración” entre el diseño y la ingeniería. Para Iribarren, la industrialización va a experimentar una “progresiva” implantación en próximos años, especialmente después de que la crisis derivada de la pandemia pusiese de manifiesto la necesidad de avanzar hacia un escenario que permita combinar innovación y sostenibilidad.
“ Algunos de los retos de la construcción industrializada serán la digitalización, la automatización de los procesos, la colaboración público-privada y también el empleo de materiales de kilómetro cero ”
Los primeros procesos de construcción industrializada se concretaron después de la Gran Recesión de la década pasada, en la que la burbuja inmobiliaria constituyó un negativo condicionante, pero no consiguieron abaratar los costes, que era lo que se pretendía. En años recientes la transferencia de tecnología desde otros campos de investigación están ayudando a optimizar los recursos económicos, aunque será a largo plazo cuando los sistemas de construcción industrializada sean más asequibles. Además, Iribarren instó a tener en cuenta los riesgos que pueden surgir, como la “pérdida de tejido artesanal” y cierta “monotonía y repetición” en los esquemas constructivos. Ante ello, y también con el objetivo de generar un ahorro en la fabricación, algunos de los retos en toda esta estrategia estarán en “la digitalización, la automatización de los procesos, la colaboración público-privada y también el empleo de materiales de kilómetro cero”, aspectos estos dos últimos que puede ayudar a la creación de empleo y a la promoción del tejido empresarial local.
Iribarren participó también en la primera de las dos mesas redondas de las que constó el foro. Bajo el título ‘Rehabilitación de edificios: retos y soluciones’, se analizaron algunas de las circunstancias que marcan el panorama de la renovación de las construcciones, en un contexto en el que el parque de vivienda es uno de los más antiguos de Europa. En este sentido, el reto lo representa, como expuso Alejandro Pineda, Product Manager Heating & Cooling de Panasonic Iberia, crear una “vivienda eficiente y autosuficiente”. “Cada vez es más importante la visión y la concienciación social sobre estos aspectos”, indicó. No obstante, los obstáculos no son pocos.
“ Cada vez es más importante la visión y la concienciación social sobre estos aspectos ”
Alejandro Pineda - Prodcut Manager de Panasonic
La necesidad de las empresas del sector de lograr financiación, junto con la “disminución de la mano de obra disponible”, son dos de ellos, apuntó Maider Alzola, directora de Edificios e Infraestructuras de Tecnalia. En esa misma línea se pronunció Jon Ansoleaga, director general del Clúster de la Construcción de Euskadi ‘Build-Inn’. “Los márgenes de beneficio son muy bajos, mientras que las exigencias de las directivas europeas sobre sostenibilidad y eficiencia son altas. Tenemos que estimular los incentivos, ya que la rehabilitación de la vivienda es la segunda mayor inversión que va a tener que hacer un hogar después de la propia compra de la misma”, subrayó. En este aspecto, Laura Gil, directora de Construcción de Altuna y Uria, destacó que lo más beneficioso sería un proceso de implantación de la restauración industrializada de los edificios “que vaya poco a poco” y que se ejecute desde una óptica “transversal”, con la “colaboración entre los distintos agentes”. “Estamos obligados a avanzar, pero no es fácil”, corroboró Jon Ansoleaga, del Clúster de la Construcción.