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La contratación de personas con discapacidad en Euskadi crece un 1,6%

La Fundación Adecco destaca, sin embargo, que su tasa de actividad sigue siendo “muy baja”
Una empleada en silla de ruedas en su puesto de trabajo.

La contratación de personas con discapacidad crece un 1,6% en 2022 en Euskadi y se sitúa en 8.296 contratos, frente a los 8.160 de 2021, pero la participación de este colectivo en el mercado laboral vasco sigue siendo “muy baja”, en la medida en que su tasa de actividad se sitúa en el 38,9%, según indicó ayer la Fundación Adecco.

El organismo informó en un comunicado de que el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha difundido las cifras de contratación relativas a 2022, según las cuales, mientras que en el último año la contratación de la población general en Euskadi ha experimentado un descenso del 5% respecto a 2021, debido principalmente a la caída de contratos temporales y formativos tras la última reforma laboral, la contratación de personas con discapacidad ha arrojado datos positivos.

Con un crecimiento interanual del 1,6% en la Comunidad Autónoma Vasca, se sitúa ya un 2% por encima de 2019, año previo a la pandemia. En concreto, en 2022 las personas con discapacidad han suscrito 8.296 contratos en Euskadi, frente a los de 8.160 de 2021 y los 8.095 de 2019. Para el director general de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero, esta cifra positiva que deja 2022 responde “a los muchos esfuerzos que se están llevando a cabo en materia de Diversidad, equidad e inclusión en los últimos años”.

Mesonero destacó que se trata de “estrategias fundamentales” para lograr “sociedades más inclusivas, pero también para construir compañías más competitivas, en las que haya espacios y oportunidades para todos”. No obstante, a pesar de que la tendencia es positiva, el directivo señaló que “todavía quedan muchos otros éxitos por alcanzar”, que pasan, por un lado, por mantener esta tendencia positiva en las cifras de contrataciones en los próximos años, y que “no sea un simple espejismo” por la esperada recuperación tras el parón que supuso la pandemia; y por otro, por tratar de que se vea reflejada en parámetros que “aún evidencian una importante desigualdad”.

En ese sentido, un ejemplo de “algunos de estos desafíos que se mantienen vigentes y que dificultan la plena inclusión de las personas con discapacidad” es la “escasa participación” de las personas con discapacidad en el mercado laboral. Según los datos de Adecco, en 2021 la tasa de actividad de este colectivo en Euskadi se sitúo en el 38,9%, por encima de la media estatal, del 34,6%, lo que supone que el 61,1% de las personas con discapacidad en edad laboral de la CAV no tienen empleo ni lo buscan.

Este porcentaje del 38,9%, que prácticamente no ha variado respecto a 2020, aún es “muy bajo” para alcanzar el propósito de la plena inclusión. Mesonero ha explicado que para revertir esa “escasa participación” habría que apostar por actualizar las políticas activas de empleo, así como mejorar la colaboración público-privada”.

El director general de la Fundación destacó también la importancia de “acabar con la brecha formativa” que sigue afectando a las personas con discapacidad, dado que dotarles de los recursos y herramientas formativas necesarios “hará que no se queden atrás y puedan ser competitivos en un mercado tan exigente y cambiante como el actual”.

Por último, la penetración de los trabajadores con discapacidad en el mercado laboral ordinario representa otro de los “grandes retos”, dado que en Euskadi actualmente, el 89% de los contratos se suscriben en el ámbito protegido, en Centros Especiales de Empleo (CEE), una cifra muy elevada, de las más altas de todo el país, según han indicado, y que se mantiene estable respecto a 2021. Por ello, Mesonero ha considerado “fundamental” que sea consciente de que “aún queda mucho por hacer para revertir estos porcentajes”, y que debe hacerse “cuanto antes”.

20/01/2023