Allá por septiembre, recién disparada la liga, el capitán del Valencia, José Luis Gayà, aseguraba que la llegada de Gennaro Gattuso al banquillo del Valencia había generado "mucha ilusión entre la afición y entre nosotros por cómo es y cómo vive cada partido". El técnico italiano traía consigo la esperanza a un club que vive años convulsos, que pierde a sus jugadores de referencia de manera constante y no encuentra la estabilidad deportiva de hace no tanto, cuando pisaba las competiciones europeas con asiduidad.
En el palco, la figura del propietario singapurense Peter Lim no deja de erosionarse. La polémica más reciente está relacionada con el caso Plusvalías que denuncia en Superdeporte el portavoz de Marea Valencianista, Miguel Zorío. "Los chanchullos de Peter Lim pueden enviar al Valencia a Segunda División", critica el seguidor che, que asemeja el proceder del club valencianista al de la Juventus, que el pasado viernes recibió una sanción deportiva de 15 puntos en la clasificación de la Serie A por aumentar el valor de mercado de los futbolistas a fin de generar mayores ingresos en los traspasos para alcanzar una plusvalía ficticia que permite reducir pérdidas, reforzar a la plantilla y evitar recapitalizaciones. Zorío pone de ejemplo el intercambio con el Barcelona de los porteros Jasper Cillesen y Neto Murara, tasados por ambos clubes en 35 millones, una operación que permitió evitar los números rojos en los balances de cuentas.
Sobre el césped, con casi media temporada disputada, a orillas del Turia las aguas bajan turbulentas. El conjunto che ha ganado uno de los últimos nueve partidos de la competición liguera. El Valencia es duodécimo en la clasificación a solo tres puntos de las posiciones que marcan el descenso y a ocho de los puestos que dan acceso a competición europea. El empate frente al Almería (2-2) en su compromiso previo al duelo del jueves de los cuartos de final de la Copa frente al Athletic es otro lastre más en el recorrido de Gattuso, que no está ofreciendo resultados a la altura de las expectativas.
Además, durante esta mala racha que asiste al equipo, también se ha sucedido la eliminación en la semifinal de la Supercopa frente al Real Madrid y, como oasis, las dos victorias en las dos rondas disputadas de la Copa, frente a La Nucía (0-4) y el Sporting de Gijón (0-4). El torneo del K.O. está siendo un bálsamo para el Valencia, y puede seguir siéndolo mañana ante el conjunto bilbaino. Pero al igual que puede resultar una bombona de oxígeno para conceder tiempo al proyecto de Gattuso, puede suponer la condena.
"Pienso que en este momento el primer responsable de todo soy yo", dice el técnico italiano como pantalla protectora del vestuario, que se viene caracterizando por la fragilidad defensiva. No en vano, el Valencia se ha puesto por delante en el marcador en 11 de los 17 encuentros disputados de liga, y en cinco de ellos dejó escapar puntos. Si bien, la tropa de Gattuso encuentra su mina en Mestalla, donde ha firmado 14 de los 20 puntos obtenidos, con un balance de 17 goles a favor y 10 en contra. Es precisamente ahí, un feudo himalayesco para los leones, donde el Athletic perseguirá el billete a las semifinales de la Copa.
Un campo históricamente complicado para el Athletic
Los jugadores rojiblancos buscarán el pase en un campo poco propicio para la defensa de los intereses bilbainos. Allí fueron apeados en las semifinales de la pasada edición. Tras el empate a uno en San Mamés, cayeron por 1-0 en un Mestalla en el que históricamente han logrado 13 victorias, 25 empates y 57 derrotas.
Las incorporaciones con la carta de libertad de Edison Cavani y Samu Castillejo, los traspasos de André Almeida y Hugo Duro, así como las cesiones de Justin Kluivert, Nico González o Ilaix Moriba no están dando los frutos deseados, por lo que el club trabaja en nuevas llegadas en el mercado de invierno que no terminan de cristalizarse. Se habló, por ejemplo, de Gonçalo Guedes o Adnan Januzaj como posibles refuerzos, pero todos se han visto frustrados.
Por eso Gattuso, que busca estímulos, enervado por la ausencia de los mismos en forma de jugadores, alza la voz en las ruedas de prensa. "He propuesto cientos de nombres, pero luego hay que tener dinero. Hablo todos los días, estamos hablando de muchos jugadores y de números, si puede ser o no, pero el tiempo lo tengo que perder con mi equipo. Es mi preocupación. El club sabe lo que tenemos que hacer. Hemos hablado de muchos, el problema es que el mercado está muy caro”, lamenta. Y es que el técnico está presionado, con la soga al cuello, y es por ello que la visita del Athletic puede marcar un antes y un después en el rumbo del proyecto deportivo del Valencia.