Septiembre es el mes más esperado para los remeros. La época de la Bandera de La Concha y el desenlace de la Eusko Label Liga. Tiempo de títulos e imágenes para la historia. Sin embargo, es en agosto cuando los candidatos presentan sus credenciales y la competición define a las tripulaciones más fuertes. Pocas sorpresas se acostumbra a dar ya a partir de estas fechas. En esta temporada, tras varias regatas de tanteo, la cosa está clara en la parte alta de la clasificación. La liga es cosa de dos. Urdaibai y Hondarribia. Un duelo clásico que llevaba varios años sin producirse. Los bermeotarras aventajan en tres puntos a los hondarribitarras y con cuatro regatas por jugarse nada está decidido. La renta da una pequeña ventaja a los vizcaino, pero las cuentas de la Ama Guadalupekoa también son claras y si quedan por delante en todas las regatas restantes la Corona será suya.
La candidatura de Urdaibai y Hondarribia está fundamentada en la regularidad de ambas tripulaciones. Son dos botes que están siempre en la pelea y que calcan sus resultados en muchas ocasiones. Son pocos los puntos que dejan escapar y también los segundos en las propias regatas. Igualdad máxima que hace que hasta la mínima distancia parezca un mundo. El último fin de semana fue el fiel reflejo de lo sucedido. La Bandera de Zarautz fue para Urdaibai, pero los puntos repartidos fueron los mismos. 23 para cada uno. Otro fin de semana en tablas. También en el agua la igualdad fue máxima. Tres segundos para los bermeotarras en el primer día y dos centésimas de diferencia en el segundo para los hondarribitarras. Casualmente es en esos días de foto finish donde más desequilibrio hay. En tres ocasiones se ha decidido el puesto de estas embarcaciones por menos de un segundo y siempre el ganador ha sido la Ama Guadalupekoa.
Es cierto que esta situación se debe en gran parte al error cometido por Hondarribia en Getaria. Sin embargo, el mérito de Urdaibai también es enorme. En la primera parte de la temporada siempre estuvo en la pelea a pesar de tener bastante mala suerte con las condiciones en las que le tocó bogar. Supo salvar muchos puntos que una tripulación con menos potencial no sería capaz de hacer. Aguantó y aguantó. Supo sufrir y cuando la Ama Guadalupekoa falló, ahí estaba.
En esa batalla estuvo hasta hace pocas semanas Donostiarra. La embarcación de la capital guipuzcoana tiene tres banderas en su poder y lleva todo el curso merodeando el liderato. Sin embargo, las sensaciones transmitidas no eran tan destacadas como las de Urdaibai y Hondarribia. Los donostiarras llevan un curso de fogonazos, de momentos de brillantez puntuales y ahora que los dos líderes han subido su nivel, le está costando seguir el ritmo.
PARTE BAJA
Asimismo, en los últimos puestos de la clasificación general también se presenta como una batalla a dos bandas. Con solo dos regatas por jugarse, Ares necesita un milagro para evitar el descenso directo. Mientras, en la lucha por el play-off la principal tensión se reparte entre Santurtzi y Lekittarra, a pesar de que Ondarroa y Cabo no pueden descuidarse del todo. Los santurtziarras aventajan en cuatro puntos a los lekeititarras. Es una ventaja importante, pero con tanto baile de posiciones entre la primera y la segunda tanda no es para nada definitiva.