El temporal que ha azotado desde el lunes el territorio de Bizkaia fue ayer jueves remitiendo aunque durante unos días todavía se podrán ver las cumbres nevadas y los municipios más altos convivirán con el manto blanco hasta que se derrita.
Las previsiones de que los ríos que discurren por Bizkaia camino del Cantábrico podía desbordarse ayer jueves no fueron atinadas. Las lluvias caídas durante la jornada no fueron tan intensas y el fenómeno de fusión de la nieve en los montes y deshielo de las laderas se quedó en anecdótico. Por ello los cauces del Kadagua, Butroi, Asua e Ibaizabal no se desbordaron y se mantuvieron en nivel verde de riesgo, el más bajo del baremo de la dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno vasco. Aún así, el dispositivo de vigilancia se mantuvo durante toda la jornada de ayer jueves.
Lo mismo ocurrió con el Plan Invernal que cuida porque la red viaria foral se encuentre en condiciones para el tránsito rodado. Los quitanieves forales siguieron actuando durante la madrugada y la mañana de ayer jueves, sobre todo en Barazar y Orduña, lo que posibilitó que al mediodía solo hubiera dos puertos cerrados, el Balcón de Bizkaia y Lekoizgana.
Por la tarde la actividad disminuyó ante la subida de las temperaturas que impidió nevadas copiosas incluso en las zonas altas. Sí persistió la lluvia que por la tarde protagonizó buenos aguaceros en diversos puntos de Bizkaia.
Algo parecido a lo ocurrido el miércoles cuando, según Euskalmet, se registraron en Bizkaia las precipitaciones de lluvias más intensas de toda la CAV. La comarca de Enkarterri fue la más mojada ya el temporal dejó una precipitación acumulada de 45 litros por metro cuadrado (l/m2) en Balmaseda y de 44 l/m2 en la de Güeñes. Otras localidades donde los chaparrones cayeron apenas sin pausa fueron Arrigorriaga, con 42 l/m2, Amorebieta, con 19 l/m2 y los 16 l/m2 en Orozko.