La amplia variedad de productos de panadería y repostería latina se van a poder degustar y saborear en breve con la apertura de un obrador en la calle Logroño 9. En pleno corazón de los barrios de Santiago, Calibella se va a convertir en nuevo punto de referencia para los más golosos y con ganas de probar un estilo de repostería diferente.
Últimos retoques en el local
En las últimas semanas se han acelerado los retoques en el local situado en el número 9 de la calle Logroño. Con la apertura de Calibella se recupera la actividad en este local legendario del barrio y que desde hace décadas ha estado enfocado a la panadería, venta de dulces, pasteles, prensa y también un apreciado rincón en el que los vecinos de las cercanas calles como Logroño, Avenida Santiago o Arana han saboreado un café.
Pan artesanal hasta hace 10 meses
Con la apertura de Calibella el amplio local recuperará la actividad después de que se cerrara la puerta y se bajara la persiana en mayo del año pasado. Ese mes terminó la aventura de Erroak después de casi tres años ofreciendo su singular visión de la elaboración artesana de pan.
Coste de las materias primas
Erroak fue una de las primeras víctimas del disparatado encarecimiento de los precios de la energía y el motivo que obligó a sus emprendedores a poner fin a esa romántica andadura en el mundo de la panadería.
Durante estos casi doce meses el local ha estado cerrado, aunque los vecinos en las últimas semanas ya han visto las primeras tareas para devolver al espacioso espacio de mostrador y obrador a la actividad.
De El Talo a Erroak y Calibella
Antes de acoger la aventura de Erroak, el local de la calle Logroño fue durante décadas el emblema y bandera de la panadería El Talo. Desde ese punto se enviaban al resto de panadería de El Talo de Gasteiz todas las barras y el pan en diferentes variedades que se elaboraba en su zona de obrador y se cocía en los hornos de la trastienda.
Ahora Calibella vuelve a surgir con fuerza para reflotar el negocio y poner su punto de creatividad en una zona con muchos vecinos en las grandes torres cercanas y con actividad comercial como el mercado de los jueves y sábados en Simón Bolívar.