La crisis en los Mossos por el cese de su jefe golpea al nuevo Govern

El cese de Josep Maria Estela como comisario jefe de los Mossos abre una crisis en la Policía catalana y, por extensión, una grieta en el cuaderno de problemas de Pere Aragonès después de que la conselleria de Interior procediera a su destitución toda vez que se negaba a dimitir en la reunión que mantuvo con el conseller Joan Ignasi Elena y con el comisario Eduard Sallent, que asumirá el cargo en funciones.

Todo obedece a la polémica surgida tras vivirse varios episodios de tensiones internas entre miembros de la cúpula de los Mossos que generaban inestabilidad y afectaban a la manera de dirigir. Fuentes cercanas a Estela explicaron que el detonante fue el proceso de selección de los seis nuevos comisarios del cuerpo, en el que se presentaron 34 aspirantes, 12 de los cuales obtuvieron una máxima puntuación, cuatro de ellos eran mujeres. La conselleria optó por escoger a estas cuatro mujeres y dos hombres para avanzar en la feminización del cuerpo que, para ellos, es “un aspecto troncal” y Estela propuso a cuatro hombres y dos mujeres, inicialmente, y a tres hombres y tres mujeres como segunda opción.

“Esto no es un mercadeo, es una apuesta que te tienes que creer”, afirmaron las mismas fuentes, añadiendo que, para el cuerpo, la apuesta del comisario jefe de cuatro hombres y dos mujeres ha sido una línea roja y lo que ha precipitado la decisión de cesarlo. Estela se incorporará como jefe de la Región Policial de Ponent (Lleida) y tanto la Jefatura como el resto de mandos “seguirán trabajando de forma colegiada e impulsando nuevos proyectos que mantienen la prioridad de servir a la ciudadanía”, según la conselleria.

En su despedida, Estela pidió a los agentes, una vez destituido, que no se “distraigan” con el “ruido mediático” ni la “mezquindad” y les emplazó a mantener sus valores de servicio público “con la máxima y radical neutralidad política”. En un mensaje interno, el ya excomisario de los Mossos mostró su orgullo por haber liderado la Policía catalana, una de las instituciones “más importantes” y la “mejor valorada” de Catalunya, de lo que ha podido ser testigo desde que en diciembre pasado fue nombrado comisario jefe. “Cada uno de nosotros, desde su ámbito de trabajo, tenemos que continuar prestando nuestro servicio y sobresalir en la atención a las personas, especialmente a las víctimas y a los colectivos vulnerables”, dice, matizando que acaba “como empezó” su mandato al frente de los Mossos, reivindicando los valores de la Policía catalana y su arraigo en el territorio: “Quizás es porque sé ver en el cuerpo que dirijo el compromiso, la lealtad, el esfuerzo y la vinculación con el territorio”.

Sallent estará al mando hasta diciembre, cuando los nuevos comisarios hayan finalizado el curso de formación y pueda llevarse a cabo una reestructuración “tanto del cuerpo como de la cúpula”. “No habrá un nuevo comisario jefe como tal, sino un traspaso de funciones de forma interina”, concluyen las mismas fuentes.