La desinformación nos rodea, nos persigue y a veces no es fácil diferenciarla de la información veraz y contrastada. Porque tanto en pseudomedios (a veces también en medios de comunicación) como en las redes sociales aparecen mensajes que se hacen pasar por noticias cuando no lo son, sino que buscan engañar, manipular o tergiversar la información con diferentes intereses.
Emociones diferentes
Y es curioso cómo esa desinformación genera en las personas emociones diferentes según la red social que estén usando. Es la conclusión a la que han llegado investigadores de la Universitat Politècnica de València, que han analizado 650 mensajes en X (conocida como Twitter antes de que la comprara Elon Musk) y en TikTok. Han comprobado que la desinformación sobre la dana que afectó a Valencia (y causó 227 muertos y un desaparecido) el 29 de octubre se asocia en X sobre todo con una mayor tristeza y miedo, mientras que en TikTok se correlaciona con una mayor ira y asco.
Lo han hecho en el estudio Patrones emocionales divergentes en la desinformación en las redes sociales. Un análisis de tweets y tiktoks sobre la dana en Valencia, dirigido por los investigadores de la universidad valenciana Iván Arcos y Paolo Rosso, y también por Ramón Salaverría, de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra.
Patrones emocionales y lingüísticos
El estudio, según detalla Efe, concluye que cada red social genera una emoción diferente, y para llegar hasta ahí los investigadores han analizado los patrones emocionales y lingüísticos que genera en ambas redes sociales la desinformación relativa a las trágicas inundaciones que sufrió Valencia.
Así, aseguran que "apelar a las emociones es una estrategia deliberada y recurrente en los mensajes engañosos", pues los contenidos fiables usan un lenguaje más articulado, mientras que los mensajes falsos intentan ser creíbles empleando negaciones, anécdotas personales o referencias a familiares.
"Las redes sociales apelan a las emociones, especialmente en situaciones de crisis y de grandes dosis de desinformación. Unas reacciones que difieren dependiendo de qué red social se trate. El paradigma emocional no es el mismo, ya que cada plataforma activa procesos cognitivos y sensoriales distintos", analizan desde la Universitat Politècnica de València.
X: tristeza y miedo
Por lo tanto, hay que detenerse en las características propias que definen a cada red social. X se basa principalmente en contenido textual, con lo que los usuarios deben interpretar la información y eso favorece una respuesta emocional más introspectiva, llevando a elaborar narrativas que resaltan tragedias y hechos negativos de forma más pausada y desencadenando sentimientos de tristeza y miedo.
TikTok: ira y disgusto
TikTok, en cambio, integra elementos visuales y auditivos, con lo que ofrece una experiencia multisensorial que produce respuestas inmediatas y más intensas, según explican Rosso y Arcos, que afirman que las emociones reactivas y viscerales que genera la red social china se centran en la ira y el disgusto.
La música dramática, las variaciones tonales y los efectos visuales de esa red social actúan como catalizadores que disparan estas emociones menos meditadas.
Además, el público de TikTok, "acostumbrado a contenidos dinámicos y de rápida sucesión, tiende a procesar la información de forma más inmediata, lo que contribuye a la polarización emocional frente a la desinformación", concluyen.
Palabras clave y patrones en audios
En el proceso de análisis de los mensajes publicados en redes sociales se utilizaron palabras clave relacionadas con la dana. Algunas de las más utilizadas fueron 'conspiración', 'fallecidos ocultación', 'engaño', 'manipulación', 'mentiras', 'Bonaire cementerio', 'ayuda rechazada' o 'provocada presas'.
Los audios que se incluyen en las publicaciones en TikTok también han sido analizados, lo que ha permitido diferenciar patrones distintos: los audios confiables muestran tonos más brillantes y narraciones robóticas o monótonas, algo que genera claridad y credibilidad. Sin embargo, los mensajes que difundían desinformación hacían uso de la variación tonal, la profundidad emocional y los elementos musicales para alterar la percepción.