El Día Mundial de la Diabetes, que cada año se celebra el 14 de noviembre, ha permitido conocer más detalles de una enfermedad que afecta a más de 500 millones de personas en el mundo.
En Euskadi, un 10,6% de la población mayor de 18 años sufre diabetes, aunque se calcula que un 4,3% está sin diagnosticar. Además, un 11% tiene prediabetes (afección en la que los niveles de glucosa en sangre son más elevados que los límites normales pero inferiores a las cifras de glucosa que presentan las personas con diabetes).
En palabras de José Antonio Piniés, especialista en Endocrinología y Nutrición de IMQ, la diabetes es un problema en aumento. «En la última década esta patología ha aumentado un 30% debido, sobre todo, al incremento de la obesidad que, durante este tiempo, ha pasado de un 14% a un 28% como consecuencia de los cambios en los hábitos de vida, en especial de comida y sedentarismo», argumenta el especialista.
Importancia de la alimentación
La alimentación juega un papel clave en la prevención de la diabetes. De hecho, «seguir una dieta mediterránea y evitar el sobrepeso reduce, por ejemplo, un 60% la probabilidad de desarrollar la enfermedad en las personas con prediabetes, que son los que presentan un mayor riesgo de desarrollar la diabetes mellitus tipo 2, que es la más frecuente», añade Piniés.
A la importancia de una correcta nutrición, se puede añadir una vigilancia activa de la salud. Según detalla el Dr. Piniés, dada la importancia del diagnóstico temprano de la diabetes, «las personas mayores de 40 años deberían someterse a una analítica de glucosa anual, que podría adelantarse a edades más tempranas si se sufre obesidad, hipertensión, colesterol elevado, se tienen antecedentes familiares o se ha padecido una diabetes durante la gestación».
Para que las personas que sufren esta enfermedad puedan llevar una vida sana y evitar otros problemas de salud derivados de la diabetes, lo más conveniente es que sigan una serie de recomendaciones relacionadas con la alimentación.
«En general, se han de seguir hábitos regulares, planificar los horarios de comida y tener en cuenta el tratamiento de insulina o fármacos anti-hiperglucemiantes. Además, es importante tener en cuenta que el plan de alimentación de cualquier persona que sufra diabetes, sea del tipo que sea, va a ayudar al paciente a mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los márgenes de la normalidad, a cuidar la presión arterial, a tener buenos niveles de colesterol en sangre y, en definitiva, a mantener un peso saludable», indica el especialista en Endocrinología y Nutrición de IMQ.
En cuanto al reparto de las calorías diarias en función de los principios inmediatos de los alimentos, se aboga por un 50% de hidratos de carbono, un 20% de proteínas («en este caso, los alimentos más recomendables son el pescado, la carne de ave, los lácteos desnatados, las judías y la soja»), y un 30% de grasas, «a poder ser, las grasas cardiosaludables, las vegetales —como el aceite de oliva— y el pescado, porque no contienen colesterol ni grasa saturada».
Alimentos recomendables y no recomendables
Dentro de los alimentos recomendables, el Dr. Piniés apunta a alimentos como el pan, los granos o cereales, las legumbres (recomendables 2 o 3 días por semana), el arroz, la pasta y las verduras con almidón (calabacín o calabaza). «Éstos deben servir como base de la alimentación. Son ricos en vitaminas, minerales, fibra y carbohidratos saludables».
Igualmente, aboga por ingerir de 3 a 5 porciones al día de verduras y frutas. «Conviene escoger verduras frescas sin salsas, grasas, ni sal agregadas. Las frutas cítricas son las más recomendables en este caso». En el caso de las carnes y los pescados, «es recomendable retirar siempre la piel antes de consumirlos».
Por otro lado, el especialista de IMQ señala como alimentos no recomendables en casos de diabetes a los que contienen azúcares de absorción rápida, como dulces, bebidas refrescantes con azúcar, mermeladas, miel y helados, así como comida muy elaborada, ultraprocesada o envasada.
Tipos de diabetes
La diabetes mellitus tipo 2 es el tipo más común. Suele aparecer en adultos, pero cada vez hay más casos de niños y adolescentes. En este tipo de diabetes, el organismo puede producir insulina; pero es insuficiente o existe mala respuesta a la misma, provocando una acumulación de glucosa en la sangre.
En cuanto a la diabetes mellitus tipo 1, está causada por una reacción autoinmune en la que el organismo ataca las células productoras de insulina del páncreas, aboliendo la producción de insulina. La enfermedad puede afectar a personas de cualquier edad, pero suele aparecer en mayor medida en niños o jóvenes adultos.