El director general de la entidad pública empresarial Red.es. asegura que es "imprescindible digitalizar las empresas para su supervivencia empresarial". A ellos, por tanto, va dirigida hoy la presentación del programa Kit digital en el palacio de congresos Europa, a las pequeñas empresas de menos de 50 trabajadores y autónomos. Explica Martínez Lacambra que se trata de un programa de ayudas económicas para beneficiarse de soluciones básicas de digitalización. "Con diez soluciones tienen cubiertas la inmensa mayoría de sus necesidades", asegura. A cambio, el Gobierno central ofrece ayudas.
Está de gira por las comunidades autónomas presentando el programa Kit digital.
–Sí, el programa Kit digital se enmarca dentro del plan de recuperación, transformación y resiliencia y está financiado con fondos europeos. El objetivo es la digitalización de pymes, ofrecerles soluciones básicas de digitalización gracias a los tres mil millones de euros disponibles. El reto es llegar a un millón de pequeñas empresas y autónomos en el Estado.
¿Y en Álava?
–Lo ideal sería que fuera proporcional al volumen de pequeñas empresas y autónomos que tiene.
Hablamos de negocios de menos de 50 trabajadores.
–Sí, el foco son las pequeñas empresas, micro y autónomos por debajo de los 50 empleados. ¿Por qué? No es una decisión casual sino absolutamente reflexionada. Cuando analizas el nivel de competitividad de las empresas, si se toman las medianas y grandes resulta que convergen perfectamente en términos de productividad con el resto de Europa; donde realmente tenemos espacio de mejora es en ese segmento de menos de 50 trabajadores que, además, supone el 51% del empleo en España. Por lo tanto, la voluntad clarísima de este programa es que muchas de ellas inicien la senda de la digitalización, las que ya la han empezado, mejoren su nivel de madurez digital y así tengamos un tejido productivo un poquito más resistente.
Hay margen de maniobra, dice. Eso es que están mal digitalizadas.
–Hay margen de maniobra porque son las que menos digitalizadas están.
¿A cuánto ascienden las ayudas?
–Vamos a otorgar a las empresas un bono digital que en realidad es la subvención, en función del tamaño de cada empresa. Así, las firmas de 10 a 49 empleados podrán recibir un bono digital de 12.000 euros; las de 3 a 9 trabajadores, de 6.000 euros y las de hasta dos empleados y autónomos, de 2.000 euros. Cuando soliciten y reciban este bono, las empresas pueden gastarlo en esta especie de catálogo de soluciones digitales, que ya pueden consultar en la web. Después tendrán que decidir qué les conviene más.
Y, ¿qué soluciones ofrece este catálogo?
–Engloba página web, gestión de redes sociales, de clientes y de procesos; plataformas de información inteligente, oficina virtual, ciberseguridad (conexiones seguras y anti malware); factura y comercio electrónicos. Con estas diez soluciones tienen cubiertas la inmensa mayoría de sus necesidades.
Ya tienen calculado el porcentaje de empresas que necesitan digitalizarse.
–Muchas. De hecho, cuando ves el nivel de madurez, te das cuenta de que son muchas las que lo necesitan, cierto que, luego, hay casos diversos; por ejemplo, en comercio electrónico han evolucionado durante la pandemia, pero no lo suficiente.
Muchas... ¿La inmensa mayoría?
–La inmensa mayoría, sí. Lo que ocurre es que el hecho de que uno tenga necesidad..., la necesidad para moverse hay que sentirla; de ahí la importancia de que se abran espacios de reflexión para que las empresas decidan pedir esta ayuda a la digitalización. Por eso estamos trabajando para que solicitar la ayuda no sea un vía crucis administrativo sino que sea un proceso rápido. Precisamente, nuestra voluntad es explicar este programa en las comunidades autónomas para que colaboren, junto con las asociaciones empresariales...
Hay empresarios que pensarán que recibir una ayuda conlleva un gasto, una inversión, y que ahora no están para eso. ¿Cómo les convence?
–Las ayudas que hay por cada categoría en este programa, en muchos casos pueden llegar al cien por cien de la financiación, depende de las medidas que pongan en marcha. Tendrán que abonar el IVA, pero en muchísimos casos se lo pueden deducir.
Habrá sectores más necesitados que otros en digitalización.
–Digamos que hay ciertos sectores que tienen un peso importante en la economía, que es bueno que den un salto en digitalización, como la construcción, por ejemplo, pero todos los sectores tienen que mejorar; más que de sectores, prefiero hablar de este segmento de empresas de menos de 50 trabajadores, que supone el 51% del empleo en el país.
Pero, ¿en qué beneficia a los empresarios, a sus negocios, no ya a la economía en general?
–El covid ha sido un desastre para todos, pero hay una cosa innegable que nos ha dejado, que la digitalización de las empresas ya no es una cuestión potestativa sino imprescindible para la supervivencia empresarial. Es una cuestión de mercado, hay que ser categórico, por el hecho de que seas una pyme con sólo cinco trabajadores no tienes por qué renunciar a vender en Alemania o en cualquier otro país y eso sólo lo consigues de esta manera. Antes de la digitalización era imposible sin un vendedor fuera, ahora basta con establecer una solución de comercio electrónico y ya puedes comercializar tu producto. Si, además, consigues un buen posicionamiento en redes, conoces y te conocen, incluso puedes interactuar con ese potencial cliente. No es únicamente una cuestión de dispositivos sino de cambio cultural, y para la supervivencia empresarial es imprescindible tener la empresa digitalizada.
Otro ejemplo.
–La digitalización de la empresa también mejora la eficiencia de los procesos de los clientes. Si quiero saber qué está pasando con mis clientes, en qué producto me responden mejor, dónde me reclaman y dónde no... Muchos empresarios confiesan que les gustaría conocer la estadística de sus ventas, pues un sistema de business intelligence, con un simple gráfico te posibilita saber cuál es tu producto más rentable, etc. Todo son ventajas y es una oportunidad histórica la que tenemos ahora, ya que disponemos de tres mil millones de euros.
Está convencido de que se van a animar las empresas.
–Absolutamente. Estamos haciendo reuniones y estoy sorprendidísimo del nivel de respuesta e interés que estamos teniendo. Estuvimos en una zona industrial de Alcoy, también en Alicante, Extremadura, Valencia y, ahora, en el País Vasco. La verdad es que le auguro muchísimo éxito. Es más, va a ser el programa de colaboración público-privada más importante de España y Europa.
Entonces, un mensaje para los no tan convencidos.
–Se trata de una gran oportunidad y, al mismo tiempo, de una responsabilidad generacional de los que ahora estamos para sentar las bases y tener un tejido productivo muchísimo más consolidado.