Dos diputadas estuvieron esta semana en Elciego, en un encuentro con vecinos, Ayuntamiento y asociaciones, para analizar la situación en la que se encuentra la parroquia de la localidad y anticipar que la Diputación, y por supuesto la diócesis, están pendientes de solucionar los problemas que se han detectado.
Y es que fruto del paso del tiempo, la iglesia ha tenido su deterioro. Desde reparaciones en mal estado, desconchados y deplacaciones a erosiones superficiales, pérdida de volúmenes, desprendimientos, fisuras y grietas. Ante esa situación, tanto desde el Servicio de Patrimonio Histórico Arquitectónico, como desde el propio Obispado, se ha considerado imprescindible, desde el inicio de la llegada de informes, reparar los desperfectos, que además venía siendo una reclamación ciudadana. Algunos son urgentes y otros, observados, que podrían ir más allá. Así lo han hecho saber a los vecinos la diputada de Cultura y Deporte, Ana del Val, y la teniente de diputado general, Cristina González, que asistieron a un encuentro en Elciego el pasado martes.
Para tranquilidad de todos, las representantes forales anticiparon que la comisión mixta Obispado/Diputación tiene previsto invertir 100.000 euros (inversión que suele ser pagada a medias entre las dos instituciones) en la redacción del Proyecto completo de restauración de la Iglesia de San Andrés y la ejecución de las obras más urgentes.
En ese sentido se anunció que durante el año 2022 se redactará el proyecto integral (paso previo para una futura intervención más profunda) pero a la vez se va a intervenir ya en los desperfectos más evidentes. Con esa actuación inicial y de urgencia se arreglarán de entrada las humedades, la salubridad y el ornato público del edificio.
Un templo enorme En la visita, las responsables forales tuvieron ocasión de volver a visitar el edificio. El templo se encuentra ubicado en el extremo oeste de la villa, delante de la plaza de San Francisco Manuel Navarrete, en la localidad de Elciego. Consta de tres partes: la iglesia en sí, las torres, y el cuerpo formado por las dos sacristías. Se trata de un templo de una sola nave de cinco tramos, aparejado en sillería, con bóvedas estrelladas, cascarón en forma de concha en la cabecera y coro a los pies. La planta es de cruz latina, y su cabecera poligonal sobresale al exterior.
Sobresalen la portada principal y la torre que la flanquea por el lado derecho. La portada es una obra renacentista de gran belleza, a modo de nichal y cubierta por un guardapolvos, con un gran arco de medio punto que cobija una doble entrada en arcos rebajados envueltos por otro arco de medio punto moldurado. El pórtico presenta, a modo de remate, una interesante galería de arcos rebajados coronados por una crestería con relieves de los evangelistas.
La torre se realizó en época posterior, en el barroco, y presenta gran ornamentación que, básicamente, se concentra en el piso superior. Se corona con una balconada corrida de balaustrada de piedra que separa el cuerpo de campanas de los otros cuerpos de la misma y todo se remata con pináculos y formas piramidales. Al exterior destaca, en el mismo Sur, un balcón, similar a otros existentes en la arquitectura doméstica de Elciego.