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La directora de la mujer denuncia una “cacería” tras su cese

l La ministra de Igualdad admite que el rechazo que generó Isabel García le hizo dudar de si era la persona indicada
Isabel García, exdirectora del Instituto de las Mujeres. / Kai Försterling

Isabel García denunció, tras su cese como directora del Instituto de las Mujeres, una “cacería larvada” desde su nombramiento por “no compartir una visión íntegra de la ley trans”. Así lo expresó en un comunicado en el que defendió la legalidad de los contratos por la empresa que comparte con su mujer para la instalación de puntos violeta en municipios socialistas.

En su comunicado, lamentó que su cese “venga provocado por pseudoinformaciones periodísticas que presentan torticeramente hechos ilícitos y hacen pasar el estricto cumplimiento de la ley por utilización tramposa para encubrir un lucro ilícito que, por supuesto, no es tal”.

Por ello, anunció que “hará valer” todos sus derechos y acciones “para dejar claro” que su conducta y la de su esposa “se ha ajustado siempre a derecho”. “Por eso no he dimitido, porque tengo la conciencia muy tranquila de no haber utilizado nunca mi cargo para enriquecerme, ni poco ni mucho”, ni para favorecer a su pareja por “sus actividades que venía desarrollando con anterioridad” a que García asumiera el cargo y que “no dependen por mí o por personas de mi entorno”.

Asimismo, lamentó el “injustísimo daño” que debe asumir en su actividad profesional “quien no ha hecho nada ilícito, por la sola circunstancia de que su cónyuge sea alto cargo” y recordó que nadie ha llevado a ningún juzgado “esos presuntos escándalos, ilegalidades o irregularidades” de lo que se le acusa.

Por ello, denunció “una cacería –de caza menor, pero cacería–” con ella, que, en su opinión, “ha estado larvada” desde su nombramiento “por no compartir una visión íntegra de la ley trans” y ha sido “espoleada ahora por sectores que pretenden deslegitimar las políticas de igualdad desde el ámbito público y privado”.

En su comunicado, en el que da las “gracias a todos y todas”, también agradece el apoyo recibido del movimiento feminista y aseguró que seguirá “luchando porque el cumplimiento de la ley democráticamente aprobada sea observada por todos: por quienes están individualmente concernidos por ella y por todos los demás y no hagan prevalecer sus opiniones particulares o simples ocurrencias cuando no sus insidias o gratuitas descalificaciones”.

Redondo reconoce un “rechazo”

Por su parte, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, reconoció que el “rechazo” y “animadversión” que generó el nombramiento de Isabel García al frente del Instituto de las Mujeres le hicieron pensar que “a lo mejor no era la persona indicada”, aunque decidió darle margen para que demostrara su capacidad. Redondo admitió que con esta destitución se busca no perjudicar al organismo ni a las políticas de Igualdad.

Sobre su nombramiento, explicó que cuando llegó al Ministerio no conocía muy bien el perfil de las posibles candidatas a dirigir el Instituto de las Mujeres: “Vi varios currículums y me pareció que el de Isabel y su trayectoria feminista encajaba bien con esa dirección”.

Sin embargo, admitió que “el rechazo” y la “animadversión” en redes sociales que generó ese nombramiento por las críticas de García a la ley trans, le hicieron pensar que “a lo mejor no era la persona indicada” en un momento en el que era necesario concitar adhesiones y unir a un movimiento que estaba “muy roto”, el movimiento feminista y LGTBI. “Yo, de todas formas, siempre doy margen para saber de qué son capaces las personas e Isabel me ha demostrado que tiene una gran capacidad de trabajo, que es una mujer valiosa, con mucha idea de la agenda feminista y hacia donde tenemos que ir y en ese sentido creo que ha resuelto problemas que no son fáciles de resolver, para mí ha sido una colaboradora leal”.

El Gobierno español cesó ayer a Mónica García, después de que se publicara que habría recibido al menos 64 contratos públicos de Ayuntamientos gobernados por el PSOE y, con estas adjudicaciones habría facturado alrededor de 250.000 euros con las empresas que comparte con su mujer, Elisabeth García, exasesora del PSOE en el Senado.

En corto

Reacciones

Encontradas. El cese de Isabel García como directora del Instituto de las Mujeres fue acogido de diferente manera por colectivos trans y LGTBi, que calificaron su cese de “buena noticia” mientras que las feministas alabaron su “gran trabajo”. Así, la Federación Plataforma Trans celebró el cese de la directora, aunque lamentó que se haya producido por un “caso de corrupción y no de transfobia. “Su posición de odio hacia las personas trans la invalida para su cargo”, argumentó Cambrollé. Desde Mujeres Progresistas, su presidenta Yolanda Besteiro, expresó su deseo que su cese no haya obedecido a sus pronunciamientos relativos la Ley Trans.

25/07/2024