Tras apurar el plazo dado por el presidente del Consejo a los diversos sectores que integran la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, que no lograban acordar los rendimientos de este año, en la sesión de ayer del pleno fueron aprobadas las normas de campaña que regularán la vendimia de 2022. De este modo, en la próxima vendimia se amparará el 95% de los rendimientos tipo establecidos por las normas de la Denominación en el caso de las uvas tintas (6.175 kilogramos por hectárea), y el 100% de los establecidos para uvas blancas (9.000 kilos por hectárea).
Según las normas aprobadas ayer, se permitirá la entrada en bodega de hasta un 105% de los rendimientos tipo establecidos por la Denominación, tanto para las uvas tintas como blancas. En el caso de las tintas, se ampara el 95%. Del 10% adicional, la transformación del primer 5% se destinará a vino común y, la del 5% restante, a destilación. En el caso de las uvas blancas, se ampara el 100%, destinándose la transformación del 5% adicional a vino común.
En el contexto de los trabajos de preparación para la vendimia y el análisis técnico que el Consejo Regulador lleva a cabo a este respecto, el órgano de control del organismo observa que tras una entrada en el periodo estival seca y calurosa, con olas de calor en el mes de junio poco frecuentes que extremaron las temperaturas, estas particularidades no condicionaron en demasía al viñedo, que ha mantenido un desarrollo correcto en su fase de crecimiento vegetativo.
Tanto la floración y el cuajado fueron extraordinarios, destacando especialmente el cuajado en la variedad garnacha, más sensible en ese periodo pero que, sin embargo, el resultado de su desarrollo ha sido muy bueno. El tempranillo por su parte, variedad reina de la Denominación de Origen Calificada Rioja y predominante en Rioja Alavesa; se encuentra también en una situación correcta.
Atendiendo a los parámetros de fertilidad, cabe destacar que, a nivel general en la DOC Rioja, es inferior a la de la anterior campaña, factor que está estrechamente relacionado con la cosecha por lo que, a priori, parece que podría preverse una cosecha más moderada, si bien quedaría por averiguar el número de uvas por racimo, con la información relativa al peso y tamaño que puedan alcanzar, para poder terminar de constatarlo.
Temperaturas
En lo referente a las temperaturas, a cierre de junio fue significativamente superior a la correspondiente en la misma fecha del año pasado. Al inicio de la brotación, se disponía de una integral térmica más baja –situación que provocó una brotación más tardía con respecto a la pasada campaña– pero poco a poco fue mejorando, hasta la situación más reciente, con una integral térmica entre un 25% y un 30% superior al año pasado. Esto supone un adelanto significativo del ciclo en estos momentos, que se puede estimar de media para toda la Denominación de Origen en torno a los 12 ó 15 días aproximadamente de adelanto con respecto al año anterior. Esta situación actual de adelanto, sin embargo, no condiciona la vendimia, puesto que aún queda un margen considerable de tiempo; se trata de un dato orientativo que indica la precocidad del ciclo.
Si bien el mes de junio fue bastante seco, hubo precipitaciones significativas en los primeros días de julio, con lluvias concentradas principalmente en la zona de Rioja oriental (el acumulado hasta el día 6 de julio se dató por encima de los 20 o 24 litros aproximadamente en la zona más oriental).
En lo relativo a esta fase de envero, si bien se observó de modo aislado el primer cambio de color de las uvas el día 1 de julio en Pradejón –un adelanto bastante considerable con respecto a 2021, de alrededor de 20 días en esa parcela concreta–, no es la media de la región y ha sido a partir del día 6 de julio, en la zona de Aldeanueva de Ebro y Alfaro, donde comenzó a apreciarse con mayor intensidad y es relevante porque marca el comienzo de la explosión del envero, subiendo desde la Rioja oriental hacia Logroño, propiciado por el buen tiempo y la ausencia de lluvias y tormentas, favoreciendo la fase inicial de la maduración, siguiente paso natural. En este sentido, atendiendo a la teoría, se puede prever que en 35 ó 40 días aproximadamente llegaría el momento de inicio de la vendimia, aunque aún no se puede saber con certeza, porque depende del impacto de los factores climatológicos.
Los técnicos consideran que la sanidad de los viñedos es extraordinaria y continúan su desarrollo de manera óptima. Dos aspectos que resultan clave en este momento particular, atendiendo a la intensa ola de calor que atravesamos, es el riego del viñedo y mantener su hoja: no es un año de extremado riesgo, puesto que el vigor es menor que en el año anterior; si hubieran presentado más vigor, se podrían dar más problemas por golpes de calor, como defoliaciones o parada vegetativa en los viñedos por las altas temperaturas, pero no se han observado daños. El mayor riesgo lo tienen los viñedos jóvenes, que son los que tienen un vigor más alto y, por tanto, una demanda hídrica mayor.
Habrá que observar, de aquí a finales de mes, lo que depara la meteorología, pendientes de los riesgos de tormentas con granizo, pero actualmente, las condiciones son extraordinarias para llegar a una vendimia sana, probablemente adelantada si bien no es posible asegurarlo completamente, con una cosecha quizá moderada, que nos terminarán de ratificar los datos de fertilidad.
Críticas al acuerdo
Los productores son los que más han elevado el tono de voz en los debates en el seno del Consejo. Mientras que la Unión ha criticado el 5% que se puede destinar a destilación, el sindicato mayoritario Arag-Asaja ha exigido a las bodegas que mejoren los precios de la uva de esta campaña. Para esa organización, es una decisión “difícil”, “responsable”, y sobre la que no había otra alternativa ya que un “exceso en la producción esta campaña solo generaría volver a tirar los precios”.
No obstante, Arag-Asaja ha exigido una vez más que se “valore el esfuerzo que está realizando el sector productor para recuperar la sostenibilidad económica del modelo Rioja, con un incremento de costes que el viticultor no está viendo recompensado durante estos años en el precio de la uva”. En este sentido, una vez más ha insistido en que cualquier acuerdo con su organización debe tener en cuenta “que no habrá crecimiento de masa vegetal de la DOC Rioja sin que haya rentabilidad para los agricultores”.