Vida y estilo

La donostiarra que compagina su pasión por el atletismo con la investigación sobre la ELA

Después de su reciente participación en el Europeo de Apeeldorn, la saltadora donostiarra se recupera de su lesión y retoma su trabajo en el CIC bioGUNE
Irati Mitxelena.
Irati Mitxelena. / Cedida

Al final, quizá le haya dejado un sabor agridulce, pero no tenía opción de competir al máximo nivel en el Campeonato Europeo de Atletismo en pista cubierta celebrado en marzo en Apeeldorn (Países Bajos). La saltadora donostiarra Irati Mitxelena, de 26 años, fue víctima de un esguince el pasado 14 de febrero, el día de San Valentín, lo que lastró su participación en el Europeo. “No fue mi mejor regalo”, bromea Mitxelena. Saltó 6,28 metros en la ronda clasificatoria y quedó en 15º lugar. En el anterior certamen continental, que se celebró en Múnich en 2022, casualmente terminó en la misma posición.

Antes de caer lesionada, soñaba con algo grande. Lo buscó. Iba lanzada. El último fin de semana de enero había alcanzado su mejor marca personal (6,62 m). El pase a la final en Apeeldorn se había quedado en tres centímetros menos, 6,59 metros. Hasta el percance en San Valentín (casi) todo era factible. Después no. Por mucha voluntad y valentía que tuviera, no estaba al cien por cien y no pudo coronar la temporada de invierno como le hubiera gustado. “Me dio pena por el hecho de que hasta la lesión había competido a muy buen nivel. Estaba haciendo buenas marcas y 6,59 m no es algo desorbitado”, comenta Mitxelena, ya más tranquila y mirando de reojo al Mundial de Atletismo que se celebrará a finales de verano, del 13 al 21 de septiembre, en Tokio.

De pequeña, Irati tenía mucha actitud para el judo. El atletismo, reconoce, entró en su vida de rebote cuando cursaba 3º de la ESO. En una visita del colegio al velódromo de Donostia probó suerte con la pista y le gustó. Llevaba varios años practicando judo y era cinturón marrón. No lo quería dejar de un día para otro. Necesitaba darle un final adecuado después de haberse dedicado a fondo desde los seis años. Compaginó ambos deportes durante un curso más hasta que se sacó el cinturón negro y, entonces sí, dejó de practicar judo. No se le pasa por la cabeza volver al tatami. Su etapa como judoka terminó. “Aquel fue un buen final”, dice.

En 2022 ganó el Campeonato de España de salto de longitud. En las categorías inferiores la atleta donostiarra había demostrado que era una de las mejores del Estado. Su entrenador es el exatleta y exdirector técnico de la Real Federación Española de Atletismo Ramón Cid. Solo tiene buenas palabras para él. “Ramón es genial. Ya ha cumplido 70 años, pero sigue en forma y tiene la misma pasión que siempre”, cuenta. Entrena cinco días a la semana, incluido el sábado por la mañana, en el miniestadio de Anoeta. Los entrenamientos, como mínimo, duran dos horas. Solo libra los jueves y domingos. Si llueve, al velódromo. Donde empezó todo.

En el barrio de Gros

Pizzería Humo. Uno de los planes de Irati Mitxelena los sábados por la noche suele ser ir a cenar por ahí con sus amigas o su pareja. En Gros, su barrio, se decanta por la pizzería Humo de estética industrial.

Playa y monte. A Irati le tira la naturaleza, y tanto la playa como el monte están a pocos pasos de su casa. También le gusta salir a pasear o ir a un parque. Resumen de una vida tranquila.

Planes de futuro

Trabaja en el centro de investigación CIC bioGUNE de Miramón desde hace tres años, donde está haciendo un doctorado enfocado en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), en la actualidad una enfermedad sin cura. Aunque la investigación parece que va avanzando, reconoce que “todavía queda mucho” para poder sacar alguna conclusión que beneficie a los pacientes.

Está haciendo un doctorado enfocado en la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

En un tiempo no descarta dedicarse profesionalmente a algún ámbito relacionado con la ciencia que pase por “ayudar a la gente”. Como, por ejemplo…, ¿profesora de biología? “Puede ser una opción”, responde. El atletismo lo define como un “proyecto personal”, ya que ve muy complicado lograr una estabilidad económica y dedicarse a ello plenamente. Aquí va otra opción para el futuro: ayudar a los demás a través del deporte. “Es una buena idea, el deporte me gusta y creo que tiene mucha fuerza”, concluye.

2025-03-25T09:02:02+01:00
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