Jorge Javier Vázquez ha regresado este lunes a Sálvame después de unas largas vacaciones. Ya anunció la semana pasada en conexión con el programa que el lunes contaría algo muy importante que le había cambiado la vida. Y a la expectación creada con sus palabras se ha sumado una puesta en escena nada convencional: el presentador ha llegado al programa en avioneta.
Lo ha hecho con una vestimenta con aires africanos. No en vano acaba de regresar de unas vacaciones en Sudáfrica y Botsuana que le han permitido desconectar y reconectar con la naturaleza. Ha aterrizado en el aeródromo de Navalcarnero, donde lo esperaba Belén Esteban, con quien ha compartido en coche (un Jeep, por seguir con lo ‘salvaje’) el resto del viaje hasta las instalaciones de Mediaset.
Y durante el trayecto se ha confesado con la madrileña, a la que ha revelado, y de paso a todos los espectadores, qué era eso que le había pasado en los últimos tiempos. “Ahora me he dado cuenta de que, durante un año, aunque pueda sonar fuerte, he estado muerto sentimentalmente y emocionalmente. Sin sentir nada. Entre otras cosas, yo creo que la causa fundamental fue el fallecimiento de Mila Ximénez, que me dejó trastocado. Yo no pensaba que tanto, afirmaba el badalonés, que añadía que “no sabía que se podía vivir con tanto dolor y tan pocas ganas”.
Jorge Javier explicaba lo que para él había significado la muerte de la colaboradora el 23 de junio de 2021: “A los 52 años me he hecho adulto, porque con ella la vida era muy adolescente. Hacíamos locuras juntos como si no tuviéramos la edad que teníamos. Y yo durante este año me he sentido muy viejo, no tenía ganas de nada, sentía que todo se había acabado ya”.
Ayuda profesional y un libro
El catalán admitía que la clave en su recuperación había sido pedir ayuda. “He conseguido recuperar la ilusión, entre otras cosas, con ayuda profesional que para mí ha sido fundamental. Si no, no sé lo que hubiera pasado porque, como me dijo mi psicóloga, estaba entrando en una espiral autodestructiva que le preocupaba. Yo notaba que por ahí no podía continuar, que la vida no podía ser eso. Son situaciones que se tienen que atravesar y hay que pedir ayuda para salir. El dolor no desaparece, pero hay que aprender a colocarlo y a vivir con él”.
Y en todo ese proceso que ha vivido la motivación que ha encontrado, y que también le ha ayudado a salir adelante, ha sido escribir un libro, como ha anunciado una vez que ya había llegado al plató. “Me ha servido para poner el corazón encima de la mesa, para decir: ‘Esto es lo que hay’. Ha habido muchos momentos en los que he dudado si publicarlo o no, pero al final pensé que si lo escribía tenía que ir con todas las consecuencias, que no podía ir con paños calientes. Cuento cosas de mi vida que antes no me he atrevido a contar por respeto a mi familia, por miedo, por la repercusión mediática que sé que van a tener. Pero ha llegado a un momento en mi vida que ya no me importa. Qué bien se vive cuando se vive sin miedo. Esto es lo que hay, esto es lo que soy”.
El libro, que se publicará el 9 de noviembre, se titula Antes del olvido y lo comenzó a escribir el mismo día del fallecimiento de Mila Ximénez. “Creo que fue la única herramienta que me sirvió para enfrentarme a su ausencia: ordenar en mi memoria todos los elementos posibles que había vivido con ella para que el olvido no tuviera la posibilidad de hacer acto de presencia”, escribe Jorge Javier en su primera página. “El libro es sobre todo una carta de amor a Mila y a nuestra especial manera de entender la vida. Mi particular homenaje a mi compañera del alma con la que sigo relacionándome de la misma manera que si no se hubiera ido aquel 23 de junio”.
El presentador asegura que su nuevo libro, que no es una novela, “lo ha leído muy poca gente. Mi hermana Esther me escribió y me dijo: ‘Después de leer los primeros capítulos sólo me pregunto si has sido alguna vez feliz'. Eso es durísimo. Durante varios meses me he estado levantando a las seis de la mañana para escribir y he disfrutado, llorado… He vuelto a llorar, que es algo que se me había olvidado. Este es el libro en el que más me expongo por decisión propia y en el que menos me oculto”.
Sus palabras, que le llevaron a soltar alguna página mientras leía en voz alta la primera página del libro, también provocaron las lágrimas de Adela González, muy emocionada, seguro que en buena parte empatizando con él al haber perdido también ella hace dos años a un pilar de su vida: su hija, que falleció debido a un cáncer. Ambos terminaban fundidos en un emotivo abrazo.
Eso sí, Jorge Javier quiso lanzar un mensaje optimista. “Sigo vivo, aunque podría no haberlo estado. Sigo vivo y con ganas de seguir viviendo, que no siempre han estado ahí”.