Actualizado hace 2 minutos
La imagen que transmite Leticia Sabater, con sus peculiaridades y cambios físicos, es la de una mujer risueña, fiestera, que se ríe de todo, también de sí misma, y que proporciona momentos surrealistas en la televisión y en la música, como con su recién estrenado ‘villancico' El langostino Rufino.
Se sincera en 'Y ahora Sonsoles'
Pero la catalana escondía una historia detrás que ha querido revelar en Y ahora Sonsoles, donde se ha abierto a contar la dura infancia que vivió. Lo ha hecho días después de la muerte de su padre, de quien no guarda especialmente un buen recuerdo. “Si fuera por mi padre estaría metida en un hoyo. Es muy duro que yo te diga que me da igual que mi padre se haya muerto. Me da igual, es más, es un alivio, realmente es un alivio. Así de claro, es la verdad. Yo sé que no es bonito, pero es la realidad. Con todo lo tonta, fea y torpe que yo era, y mi padre todo lo listo y todo lo ingeniero de minas que era, he ganado yo mucho más dinero”.
Sonsoles Ónega, la presentadora, le mostraba imágenes de una Leticia Sabater muy pequeña y la cantante seguía sincerándose. “Esa niña sufrió mucho bullying en el colegio y en mi casa, sólo con mi padre. Lo que me decían los niños en el colegio, que son muy crueles, no era nada comparado con lo que yo sufría en mi casa”, afirmaba.
Despreciada por su padre
Entonces relataba lo que fue un punto de inflexión: “El día que le perdí el respeto”. “Cuando yo tenía siete años, mi madre estaba sacando el friegaplatos tranquilamente y de repente llega mi padre y sin ton ni son le empieza a pegar unos gritos que no te puedes hacer idea. Yo con siete años le dije: ‘Mamá, ¿por qué no te separas?, ¿por qué aguantas esto?”, recuerda.
La catalana nunca sintió cariño por parte de su padre. “Nunca me ha querido, siempre me ha insultado y despreciado y yo sinceramente tampoco le he querido. Yo he hecho mucho por quererle, por que me admirara, por que me quisiera, pero nunca lo ha hecho, jamás. A mis hermanas les compraba todo, a mí nunca nada. Yo era un cero a la izquierda. A lo largo de la vida me ha hecho muchísimo daño y muchísimos feos. A mi madre también, ha sido incapaz de regalarle un regalo en su vida. Ha sido un egoísta, sólo ha vivido para él, para lo que le gustaba”.
Mensaje de esperanza
Pero aun así quería mandar un mensaje de esperanza a los niños que viven una infancia complicada. “Es la primera vez que lo cuento, porque pienso que puede ayudar a muchos niños y a muchos padres, que tienen a su hijo que a lo mejor es torpe, no es todo lo guapo que ellos quisieran, le insultan en el colegio, puede tener hasta alguna deficiencia. Pero les diría que no se preocupen, porque en la vida puedes ser muy fea, muy tonta y muy torpe cuando eres pequeñita, pero sin embargo luego puedes darle la vuelta a la tortilla y te puedes convertir en una auténtica reina y ser lo que quieras en tu vida. Todo eso yo lo he sufrido con muchísimo dolor”.
Sabater, que en cuanto cumplió los 18 años se independizó para no convivir con su progenitor, afirma que no estudió una carrera “porque mi padre me había minado de tal manera y me había costado tanto el colegio que no me veía ni capacitada. Mis fans me han dado toda la fuerza que yo necesito para ser hoy la mujer que soy. Mis fans, mi madre y mis hermanas”.