A cinco jornadas de la conclusión de la temporada regular de la Liga Endesa, cada equipo tiene ya muy claro en qué objetivo debe centrar sus esfuerzos. Las escuadras que disputarán las eliminatorias por el título están ya claras –la victoria del Valencia Basket le proporciona un colchón de dos triunfos en el octavo puesto– y ahora su pelea se centra en escalar a la mejor posición posible. Por debajo, el Carplus Fuenlabrada confirmó ayer domingo su descenso a la LEB Oro tras caer en su cancha ante el Cazoo Baskonia, pero por la otra plaza todavía puede haber tortas, con Coviran Granada, que cae al 17º, y Betis con ocho victorias, el enrachado Baxi Manresa con nueve y el Bàsquet Girona y el Casademont Zaragoza sin poder descuidarse con diez. Y los que están en tierra de nadie, como es el caso del Surne Bilbao Basket, también tienen su meta particular: lograr un billete para disputar competición continental el próximo ejercicio. Y la pelea apunta a encarnizada, con otros tres equipos además de los hombres de negro –Río Breogán, Monbus Obradoiro y UCAM Murcia– distanciados por un solo triunfo.
Aventurar la composición de las competiciones continentales en el inestable ecosistema del baloncesto siempre es complicado. En la presente campaña hasta doce equipos de la Liga Endesa han tenido billete europeo aunque dos de ellos, Unicaja y Breogán, tuvieron que jugar previas en la Basketball Champions League, con los andaluces superándolas con autoridad y los gallegos cayendo eliminados. Así, el objetivo para los conjuntos que aspiran a jugar en Europa sin duelos preliminares debería ser, al menos, quedar entre los diez primeros y para ello, a día de hoy, parece haber una competición directa con cuatro equipos a la caza y captura de dos plazas, sin descartar que alguno de los perseguidores pueda sumarse a ella.
El Río Breogán ocupa ahora mismo la novena posición con un balance de 13-16 y le persiguen Surne Bilbao Basket, Obradoiro y Murcia con doce triunfos, aunque los hombres de negro cuentan con un partido menos, el que el miércoles les enfrentará en Miribilla al Lenovo Tenerife (19.00 horas). Lo más positivo para los intereses de los de Jaume Ponsarnau es que de los seis choques que tienen pendientes cuatro deben disputarse en el Bilbao Arena, donde el conjunto vizcaino muestra una solvencia (cinco victorias en sus seis últimos duelos) de la que carece como visitante, con nueve derrotas seguidas en su zurrón. Sin embargo, esa tendencia le obligará a no fallar en casa ante rivales en absoluto sencillos: el poderoso Tenerife, el enrachado Manresa, un rival directo como el Breogán y el notable Unicaja. Si protagoniza algún tropezón, deberá pescar a domicilio en Sevilla ante un Betis en plena lucha por la supervivencia o en Murcia ante otro contrincante que también quiere alcanzar Europa.
Con los cuatro conjuntos envueltos en este pugna habiendo perdido sus duelos de la última jornada, el momento de juego y resultados de cada uno es muy distinto. El UCAM Murcia de Sito Alonso presenta un balance de 3-2 en los últimos cinco encuentros y el calendario que le queda por afrontar es exigente, recibiendo a Fuenlabrada y Bilbao Basket en casa pero teniendo que visitar a Tenerife, Barça y Breogán. El conjunto gallego, con Veljko Mrsic, tiene la ventaja de contar con un éxito más que sus rivales, pero atraviesa por un momento complicado, con un balance de 1-4 en sus últimas citas. Le esperan tres desplazamientos complicados (Baskonia, Bilbao y Valencia) y dos equipos en buen momento pasarán por el Pazo dos Deportes (Murcia y Manresa). Y peor aún es el momento de resultados de los de Moncho Fernández, con un 1-6 en sus siete últimas citas tras caer ayer en casa ante el Betis y un calendario muy polarizado: rivales asequibles en casa (Granada y Fuenlabrada) y muy complicados fuera (Valencia, Barça y Joventut).