El Instituto Nacional de Estadística dio muy buenas noticias el pasado viernes: la inflación se ha moderado en septiembre al 1,5% mientras que el PIB ha avanzado otro 0,8% entre abril y junio, rompiendo todas las previsiones y demostrando que la economía avanza mucho más rápido de lo que se pronosticaba –los analistas habían previsto que el PIB se expandiese un 0,5% en el segundo trimestre–. Además, el crecimiento interanual ha sido de un 3,1% frente al 2,5% del primer trimestre.
Así, mientras las noticias que llegan de Europa son bastante pesimistas, sobre todo desde Alemania, el Estado español va a contracorriente y se sitúa a la cabeza del crecimiento de la eurozona. Los pronósticos tanto del Gobierno español como de los organismos internacionales sitúan el avance del PIB este año entre el 2,7% y el 2,8%, que contrasta con el 0,7% que se prevé para los países de la zona euro, lastrados sobre todo por la debilidad germana –Alemania crecerá apenas un 0,1%; Francia, un modesto 1,1%, e Italia, un 0,8%, según la OCDE–. En este contexto, Euskadi se encuentra a medio camino: presenta buenas cifras económicas, aunque por debajo de las del Estado. El PIB avanzó un 1,8% en el segundo trimestre –frente al 3,1% del Estado– y el Gobierno vasco espera que en el conjunto del año el crecimiento sea del 1,9% frente al 2,7% que prevé el Gobierno español para el Estado.
Detrás de todas estas cifras se esconde una combinación de factores estructurales y coyunturales que han favorecido al Estado español por el dinamismo de sectores clave como el turismo, los servicios y el empleo en determinados sectores, que al mismo tiempo han impulsando la demanda interna. “El turismo es clave en el caso de España, el consumo es clave, especialmente debido a la recuperación de los salarios. Podríamos decir que es un factor que se ha visto positivamente en nuestro caso, tanto en el de España como el de Euskadi”, explica Massimo Cermelli, profesor de Economía en Deusto Business School. Un dato a destacar de los datos del PIB del INE es que el consumo de los hogares se ha convertido en el segundo trimestre en el principal motor del crecimiento, lo que muestra una recuperación progresiva de las rentas conforme se modera la inflación.
El auge del turismo también ha tenido efectos positivos en sectores como la hostelería, el transporte, el comercio minorista y la construcción. Y los datos del INE reflejan también una dinámica positiva del mercado laboral, con una importante creación de puestos de trabajo en servicios y construcción. “En el caso de España y Euskadi, el turismo es un factor clave, porque ha tirado mucho de sus economías, que es lo que ha determinado la diferencia respecto a otras economías que son más industrializadas. De hecho, Euskadi crece menos que el resto de España porque es más industrializada y tiene el mismo sufrimiento que tiene Alemania”, señala Cermelli.
“Todo esto tiene que ver con que se está vendiendo menos a China. Ahora mismo, las exportaciones de Alemania a China se están reduciendo porque también China está estancada. Alemania es un país muy abierto y esta coyuntura internacional de ralentización de países como China y otras economías del Sureste asiático está siendo determinante. China es clave en esto, en que Alemania exporte menos y crezca menos, y por ende también los países que tienen mucho contacto con Alemania, como es el caso de Euskadi”, ahonda.
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El profesor de Deusto Business School pronostica que la situación va a ir cambiando el rumbo a partir del próximo año y que el crecimiento económico del Estado y Euskadi se igualará. Según la OCDE, la previsión de avance del PIB para la eurozona en 2025 es del 1,5%; para el Estado español, del 2,1%, y para Alemania, del 0,8%. Según el Gobierno vasco, la economía vasca crecerá también un 2,1% el próximo año.
“La inflación va reduciéndose, la economía crece y la senda de crecimiento del sector manufacturero se está reactivando, pero eso lo empezaremos a ver en 2025. Es probable que Alemania crezca en torno al 1% el próximo año, aunque ahora no esté creciendo, y es probable que Euskadi crezca más y que no haya ese desfase con España. Veremos el crecimiento de España reduciéndose y el de Euskadi reactivándose”, augura Cermelli.
Inflación
Y también es justo el próximo año cuando considera que la ciudadanía notará definitivamente en su bolsillo los efectos de los buenos datos macroeconómicos. “Los salarios se han recuperado, pero es cierto que la gente en general no percibe todavía este crecimiento económico”, sostiene. La clave está en la crisis inflacionista y, sobre todo, en los precios de la cesta de la compra. La OCDE ha cuantificado en un informe el desfase entre el crecimiento de los salarios y del precio de los alimentos para arrojar luz a esta percepción: si los salarios reales –descontando la inflación– han aumentado de media un 3% en el Estado desde 2019, la brecha con el incremento del precio de los alimentos alcanza los 14 puntos.
Ya en junio advirtió en su informe de Perspectiva del Empleo 2024: “A pesar de tendencias positivas en el mercado laboral, España se encuentra entre los países de la OCDE donde los salarios reales han disminuido más desde el inicio de la pandemia”. Este análisis apuntaba que, a pesar de que los salarios nominales habían aumentado por encima de la inflación en 2023 y principios de 2024, los salarios reales seguían siendo un 2,5% inferiores en el primer trimestre de 2024 respecto del cuarto trimestre de 2019. Según Cermelli, esto es algo que se va a ir corrigiendo a lo largo de 2025 debido a los buenos datos de la inflación, que muestran el fin de la crisis y que reflejan también una moderación en la cesta de la compra.
Sin embargo, el que parece que seguirá siendo el gran caballo de batalla será la vivienda, cuyos precios no paran de subir y las previsiones no apuntan a lo contrario. En Euskadi, por ejemplo, el coste de las viviendas en venta ha subido un 36% y el alquiler un 32% desde 2015, mientras que los salarios han crecido una media del 16% en el mismo periodo.
Los datos
Sueldos. El salario medio vasco se situó en el segundo trimestre del año en 2.503 euros (prorrateadas las pagas extra), 150 euros por encima de la media estatal, y colocó a Euskadi como la cuarta comunidad con los salarios más altos, por detrás de la Comunidad de Madrid, Catalunya y Nafarroa. Si en la CAV, los sueldos han crecido un 2,4%, en Madrid lo han hecho un 6,3% hasta llegar a los 2.885 euros, en Catalunya, un 3,2% hasta los 2.574 euros y en Nafarroa, un 3,1% hasta los 2.554 euros. Por su parte, el sueldo medio en el conjunto del Estado fue de 2.353 euros, con un incremento del 3,8%. Entre abril y junio, la inflación todavía superaba el 3,5% en Euskadi y la de la cesta de la compra, el 5%.
Euríbor. El euríbor encadenará en septiembre su sexta caída consecutiva y cerrará con una tasa media por debajo del 3%. Según los datos de mercado, el euríbor alcanza un tasa media provisional del 2,946% en septiembre, por debajo del 3,166% de agosto, y lo que supondría su nivel más bajo desde noviembre de 2022. Durante las últimas jornadas, el euríbor ha logrado situarse por debajo del 2,8% en tasa diaria. Una buena noticia para los hipotecados y su poder adquisitivo.