El mercado de trabajo mundial necesitará crear 700 millones de empleos para absorber toda la fuerza laboral en 2030, según señaló ayer miércoles el director de Investigación y Estrategia de la Fundación Microfinanzas BBVA, Giovanni Di Placido, quien destacó que, para ello, las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (mipymes) serán “imprescindibles”. Según el Informe de Desempeño Social 2023 que presentó ayer la fundación, estas empresas representan el 90% de las compañías del mundo, generan cerca del 70% del empleo y el 50% del PIB global.
“En América Latina, donde uno de cada dos empleos es informal, y el 28% de la población vive en situación de pobreza, la capacidad de las microempresas para crear empleos y estimular el desarrollo local las convierte en actores clave para mejorar las condiciones de vida”, explicó. El informe explica que la combinación de menor crecimiento y mayor inflación de los últimos años ha impacto particularmente a los segmentos de menores ingresos en la región. De hecho, la creación de empleo en la década 2014-2023 es la más baja desde la década de los 50: la tasa de crecimiento del número de personas ocupadas ha sido del 1,2% frente al 3,2% de los 80. La alta incidencia de empleo informal puede indicar un problema estructural en la economía de un país, como la falta de crecimiento económico suficiente para absorber a todos los trabajadores en empleos formales.
En este sentido, el análisis señala que el 61% de los emprendedores que inicialmente se encontraban en situación de pobreza consiguieron salir de ella tras cinco años como clientes de las entidades de la Fundación. “Un progreso que se refleja en un crecimiento anual promedio del 14% en sus ventas y un incremento del 15% en sus beneficios. Además, crearon cerca de doscientos millones de empleos”, según estos expertos. Las entidades de la Fundación habían atendido a cierre del año a 2.972.417 emprendedores, de los que 930.144 tenían créditos, 2.750.965 ahorros y 624.740 contaban con algún tipo de seguro (coberturas de salud, contra el cambio climático o de accidentes).
Retos comunes
Por otro lado, los expertos destacan que, si bien cada país tiene una realidad económica y social diferente, las necesidades y retos de las mipymes suelen ser comunes en el mundo. “No pueden invertir en tecnologías modernas, les faltan recursos y conocimientos técnicos, lo que reduce su capacidad para innovar y mejorar procesos y operan al por menor, con lo que no consiguen reducir costos ni aumentar la productividad. Además tienen dificultades para acceder financiación”, apuntó Di Placido.
El informe recoge también una investigación pionera sobre la salud financiera de los emprendedores. Esta radiografía revela que el 48% tiene ingresos “inestables” y que, por tanto, cuando se enfrentan a una situación de estrés financiero no pueden cubrir gastos inesperados. “A pesar de estos desafíos, el 86% de los hogares logra ahorrar y el 91% ha realizado inversiones en sus negocios en el último año”, explicó Stephanie García Van Gool, directora de Medición de Impacto y Desarrollo Estratégico de la Fundación.
En corto
Pobreza
Empleo informal. Este importante peso que tiene el empleo informal condiciona en gran medida los niveles de pobreza y de bienestar que estructuralmente tienen los países de América Latina. Los trabajadores informales suelen tener salarios bajos, condiciones laborales precarias y poca o ninguna protección social. Esto puede contribuir a un ciclo de pobreza, ya que los ingresos inestables y bajos hacen difícil que las personas y sus familias satisfagan sus necesidades básicas, como alimentación, vivienda, educación y atención médica.