Euskadi cerrará 4.200 aulas por la pérdida de 65.000 estudiantes en la próxima década

Hace escasas semanas el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, alertaba de la urgencia de “responder a las consecuencias de los actuales retos demográficos”. Pues bien, ya hay cifras que de forma objetiva describen la dimensión del problema. Según el Estudio Prospectivo sobre la Evolución del Alumnado y las Necesidades de la Plantilla del Departamento de Educación elaborado por el Instituto Vasco de Evaluación e Investigación (ISEI-IVEI), Euskadi perderá la próxima década 65.000 estudiantes, se cerrarán 4.200 aulas y se jubilarán 10.598 docentes. Este escenario dibuja una escuela vasca completamente diferente a la que hemos conocido hasta la fecha.

Tal y como adelantó este periódico, Educación abrirá próximamente una “reflexión estratégica” para afrontar las secuelas que plantean ya la crisis de natalidad y el envejecimiento de las plantillas de los centros educativos, tanto públicos como concertados. Así, el Gabinete que lidera Bildarratz estudia redimensionar algunos colegios para evitar la sobreoferta de plazas escolares que se generará debido a la crisis de natalidad que arrastra Euskadi.

Promover la concentración de colegios, estudiar el tamaño ideal de los futuros centros públicos, promocionar los IPIS (Centros Públicos Integrales) o publificar colegios concertados que voluntariamente pidan integrarse en la red pública son otras de las medidas que se abordarán para adaptar el tamaño de los centros a su contexto los consiguientes procesos de transformación que se vean necesarios para configurar una oferta pública “de calidad, viable y sostenible”.

PROSPECCIÓN A 2032

Este periódico ha tenido acceso al estudio sobre la evolución del alumnado y las necesidades de personal elaborado por el ISEI-IVEI junto a con la conocida consultora Deloitte. Y el futuro que pinta no es halagüeño. Según el ISEI-IVEI, la escuela vasca perderá 65.500 alumnos hasta el año 2032 por el descenso de nacimientos en un contexto en el que se prevé la jubilación de 10.598 docentes, el 35,6% de profesores que trabajan en las redes pública y concertadas de enseñanza en Euskadi.

Las proyecciones llevadas a cabo apuntan a que en 2032 las aulas no universitarias de Euskadi (Infantil, Primaria, Enseñanza Secundaria Obligatoria y Bachiller) tendrán cerca de 225.000 alumnos y 13.300 grupos, lo que supone 65.500 estudiantes y 4.200 grupos menos que en 2021. Estas cifras suponen en porcentajes una bajada del 22,4 % del alumnado y del 23,9 % de los grupos en los citados ciclos educativos. Por etapas, en Bachiller se prevén 129 grupos menos (-8,2 %). La bajada en ESO sería de 1.004 grupos (-22,6 %) y del 20,7 % del alumnado, mientras que en Primaria la caída es de un 29,7 % (-2.396 grupos) y de un 28,5 % de estudiantes.

ANTICIPACIÓN

En el segundo ciclo de Infantil (3-6 años) se espera un descenso de grupos cercano al 20 % y del 19,6 % del alumnado. En este caso el estudio estima que a partir de 2023 tanto el alumnado como los grupos se mantendrán estables acorde con las proyecciones de población realizadas por el Eustat. En cuanto al profesorado, con una edad media de 47 años, el documento recoge que en la década analizada se jubilará el 34,7 % de la plantilla docente, es decir 10.598 profesores. Estas jubilaciones, junto con la reducción de jornada de la que disfrutan los profesores una vez cumplidos los 60 años disminuirán la disponibilidad de horas lectivas impartidas en un 35,6 %, frente al 23,9 % de la bajada prevista para los grupos.

Precisamente, anticiparse a la situación que puede generar el descenso de la natalidad y reforzar la escuela pública manteniendo el empleo frente al cierre de aulas, son dos de las medidas que acaban de acordar LAB y el nuevo Sindicato Interinok con Educación. Dicho acuerdo, que el consejero Bildarratz considera como un “espaldarazo” al proyecto de la Ley Vasca de Educación, contempla el mantenimiento de plantillas en todos los sectores, la limitación de la temporalidad al 5 %, el consenso de planes de rejuvenecimiento o la euskaldunización, entre otras medidas. En el caso de la red concertada, el acuerdo contempla la equiparación salarial con el personal del sector público durante los cursos 2025-2026 y 2026-2027, la puesta en marcha de un “modelo transparente” de contratación de personal o la negociación de la normativa para los procesos de publificación por consenso con la subrogación de todos los trabajadores.