Polideportivo

La emoción de Jagoba Arrasate

Entre la pena y el orgullo se dirigió a los aficionados navarros desplazados hasta Sevilla el técnico de Berriatua
Jagoba Arrasate, entre lágrimas, aplaude a la afición de Osasuna que se desplazó a La Cartuja.

Osasuna discutió hasta el pitido final el título de Copa al Real Madrid en La Cartuja, donde el conjunto rojillo ofreció una notable imagen bajo las órdenes de Jagoba Arrasate (Berriatua, 22-IV-1978), quien rompió a llorar tras el encuentro. Entre la pena y el orgullo se dirigió a los aficionados navarros desplazados hasta Sevilla el técnico de Berriatua, que afrontó sin fortuna su primera gran cita como entrenador a los 45 años de edad. Dos goles del brasileño Rodrygo Goes en una exhibición de su compatriota Vinicius Júnior decantaron una final en la que Osasuna dio la cara para satisfacción de una hinchada que reconoció el esfuerzo de sus futbolistas con una soberana ovación.

También a Arrasate arropó la afición rojilla, encantada con el trabajo del expreparador de la Real, quien llegó al banquillo de El Sadar en junio de 2018 para cambiar la cara al equipo e iniciar un exitoso ciclo que alcanza ya los cinco años de recorrido. Con contrato hasta 2024 y 208 partidos al frente de Osasuna con un balance de 86 victorias, 55 empates y 67 derrotas, el timonel rojillo es el principal artífice de que Osasuna haya pasado de competir en Segunda División en el curso 2018-19 a disputar el pasado sábado la final de Copa. Su personalidad, marcada por la humildad y por un estilo directo, pero siempre educado y respetuoso, ha calado también en un entorno en el que nadie duda de su capacidad como entrenador y como gestor de vestuario.

Pasión, cercanía y sencillez definen a Arrasate. Y eso que, iniciado en los banquillos al frente del Berriatuko FT en la campaña 2007-08, su debut como técnico en la élite lo realizó a los mandos de una Real con la que disputó la Champions League en el ejercicio 2013-14. Palabras mayores. El de Berriatua, un emblema ya en Iruñea, sería destituido en noviembre de 2014 en Donostia y, lejos de parapetarse en su condición de técnico con experiencia ya en Europa, no dudó en bajar un escalón para hacerse cargo del Numancia en la categoría de plata de cara a la temporada 2015-16. En su tercera campaña en Soria (2017-18) acarició el ascenso a Primera División, pero el Valladolid se impuso en la final del play-off y dio un paso al lado voluntariamente para, solo dos días después, ser anunciado como nuevo entrenador de Osasuna.

Arrancó entonces un proyecto deportivo que, un lustro después, continúa su curso bajo el librillo de un técnico que asoma como profesor de Primaria en excedencia después de curtirse sin demasiado éxito como jugador en el fútbol modesto. Retirado de los terrenos de juego a los 30 años, Arrasate cumplió su sueño de ser entrenador y cerca estuvo el sábado de conseguir su primer título tras llevar a Osasuna a la segunda final de su historia.

El mensaje

Minutos después de la finalización del partido, sin asimilar todavía todo lo ocurrido sobre el verde de La Cartuja, Arrasate compareció ante los medios de comunicación con la naturalidad que le caracteriza. Cuestionado por los motivos que le llevaron a romper a llorar con el choque recién terminado, reconoció que “cuando tienes tantos sentimientos y tantas emociones, al final rompes en un momento dado y yo rompí cuando vi a la afición por esa pena de no poder ofrecerle la Copa, que se la merecía al igual que los jugadores”. “Estoy orgulloso aun así del equipo”, reivindicó con fuerza Arrasate, que puso el foco en que “ahora nos quedan cinco jornadas de liga y si ganamos el próximo partido, podríamos meternos en la pelea por Europa. A ver si lo conseguimos”.

“No es fácil pedir optimismo a nuestra afición en este momento, pero este fin de semana ha sido un punto de inflexión dentro del osasunismo, porque nuestros aficionados han demostrado que son verdaderos campeones y los jugadores han visto que podemos competir contra un equipo como el Madrid. Eso nos tiene que reforzar”, agregó el preparador vizcaino, quien lidera desde la banda una obra todavía inacabada y que aprovechó la ocasión para subrayar tras la final de Copa que “es un momento duro, pero hemos puesto una piedra más en nuestro crecimiento como equipo”.

08/05/2023