La emocionante reaparición pública de Amaia Montero en un concierto de Manolo García

Amaia Montero ha dado un alegrón a sus seguidores, que llevan más de un año anhelando noticias positivas sobre su estado de salud, después de que a finales de 2022 protagonizara unas preocupantes publicaciones en sus redes sociales con fotos en las que aparecía muy desmejorada y con textos que reflejaban que algo no iba bien.

Una situación muy difícil que acabó en un ingreso en la Clínica Universidad de Navarra y en una desaparición de la vida pública para cuidar su salud mental junto a los suyos y aparcando el lanzamiento de su nuevo disco, que era su proyecto inminente. Desde entonces apenas se ha sabido nada de ella, salvo algunas historias en su cuenta de Instagram, muy separadas en el tiempo, y las declaraciones de buenos amigos, como Gonzalo Miró (expareja también), que aseguran que se está recuperando poco a poco.

Esas palabras se han visto refrendadas al verla por primera vez en público desde hace más de un año. Fue este pasado domingo 12 de noviembre, en el concierto que Manolo García ofreció en el Kursaal donostiarra dentro de su Gira de Teatros 2023. La irunesa se encontraba entre el público, junto al pasillo central, camuflada con un sombrero y vestida de negro con un chaleco verde. No se sabe si había hablado previamente con el cantante catalán para avisarlo de su presencia o si fue algo espontáneo, pero cuando este estaba interpretando uno de los mayores éxitos de su larga carrera musical, Pájaros de barro, pasó algo que ha llenado de esperanza a sus seguidores.

Manolo García comenzó a subir las escaleras entre el público dando la mano a muchos de los espectadores hasta que llegó hasta donde se encontraba la exvocalista de La Oreja de Van Gogh, quien también le dio la mano y le hizo una reverencia antes de fundirse en un abrazo con él. Entonces el exmiembro de El último de la fila le puso el micrófono delante para que cantara parte de la canción junto a él y ella aceptó. Una voz tan particular y tan reconocible que todo el teatro la identificó rápidamente y se rompió en aplausos hasta que García terminó la canción junto a Montero y se dieron dos abrazos más, con el público puesto en pie, demostrando que sigue echando de menos a la guipuzcoana y que espera que pronto pueda regresar al mundo de la música.