Actualizado hace 9 minutos
Entra tanta destrucción, desolación y tristeza, fruto de una trágica DANA que ha destrozado a miles de personas que han perdido a familiares o amigos y ha arruinado decenas de miles de casas y de locales comerciales que eran la forma de vida de tantas familias, la solidaridad es casi lo único positivo que se puede destacar en unos momentos tan duros.
Ha quedado claro que sin la ayuda de los voluntarios, que se han dejado el alma colaborando en la limpieza y llevando comida, bebida y demás materiales de primera necesidad, los primeros días habrían sido todavía más dramáticos para todas las personas afectadas, a quienes les cambió la vida en cosa de minutos.
La emoción de una joven en Paiporta
Esas imágenes de los voluntarios son las que han generado muchos de los momentos más emotivos que se han visto estos días entre tantas situaciones dramáticas. Algunos son pequeños gestos que sacan las lágrimas de quienes las reciben, agradecidas por una ayuda tan desinteresada. Es lo que ha vivido una joven en Paiporta, la localidad más maltratada por la DANA, y esa emoción la ha querido compartir el usuario de TikTok Raúl Mora.
“Esto es solidaridad. La voz es mi compañera de trabajo afectada por la DANA en Paiporta. Solo quiere dar las gracias a ese chico. Ojalá hubiera más gente así”, escribe Mora, cuyo vídeo, el único que ha subido a la red social china, lleva ya 200.000 visualizaciones y 20.000 likes.
Merienda con nota incluida
En la grabación se escucha a su compañera de trabajo mostrando una bolsa que incluye la merienda que les dio un voluntario, que constaba de un zumo, unas galletas, una madalena y un sándwich. “Esta bolsa nos la dio ayer un chico cuando estábamos limpiando los bajos y nos dijo si queríamos merienda. Y dije: ‘¡Vale!’. Y nada, lo estaba abriendo y me ha hecho supergracia porque..., bueno gracia, me he puesto a llorar como una magdalena, pero muchas gracias, porque iba una notita”, dice la joven.
Y es entonces cuando muestra la nota, un papel que lleva escrito a mano apenas tres palabras ("No estáis solos") y un corazón dibujado pero que provocó en ella una profunda emoción. “Y nada, y que, ¡ay, qué bonito!, es para darle las gracias. Ayer no merendamos porque terminamos supertarde de limpiar y sin ganas. Es que si no fuera por toda la gente que nos ha ayudado no sé qué habría sido de todos nosotros. Así que nada, hoy toca merienda”.