La internacionalización es uno de los motores de crecimiento de las empresas vascas pero no solo es importante elegir bien el destino. Salir fuera de la mano de quien conoce el camino es una fórmula de éxito y esa es la apuesta de Egoin, un gigante de la industria de la madera en Euskadi que quiere medirse con competidores europeos que le llevan años de ventaja. La compañía con sede en Ea y con una planta productiva en Legutio anunció ayer martes un acuerdo con la multinacional austriaca Hasslacher precisamente para “reforzar su posición en el campo de la construcción industrial y la ingeniería de la madera tanto en España como en los mercados internacionales”.
La alianza supone la apertura de capital a su nuevo socio estratégico, que se hace con el 40% de la empresa vasca. Egoin tendrá así acceso a la tecnología del líder mundial en la fabricación de madera laminada y contralaminada. Hasslacher está en el grupo de cabeza de una industria de gran recorrido en centroeuropa pero que en Euskadi, a pesar de la superficie forestal, se encuentra en fase incipiente.
Egoin es el referente vasco y ha puesto su sello en proyectos que cubren todo Euskal Herria. Desde las piscinas de Sodupe-Gueñes hasta un edificio residencial en Baiona, la compañía vizcaina ha desarrollado su actividad en los tres territorios históricos con obras emblemáticas como el centro de alto rendimiento del Baskonia en Gasteiz, el Ayuntamiento de Eskio-Itxaso o la Torre Madariaga de Busturia. Sin olvidarse de salir fuera con actuaciones en diversas comunidades autónomas y llegando a París y Londres.
Es una compañía con capacidad de crecimiento que llama la atención en Europa. En la autopista de doble sentido de la internacionalización, las inversiones se mueven con soltura y en este caso es el capital extranjero el que llama a la puerta de Euskadi.
Según explicó ayer martes Unai Agirre, CEO de Egoin, este acuerdo “supone una sinergia ideal y permite el intercambio de conocimientos técnicos y la optimización que abarcan desde la gestión forestal, a través de la producción de soluciones de sistemas de alta calidad para la construcción moderna en madera, hasta soluciones de energía renovable como la biomasa y los sistemas fotovoltaicos”.
Expansión y digitalización
De su lado, Christoph Kulterer, CEO y propietario de Hasslache Group. destacó que su entrada en el capital de la firma vizcaina “es una oportunidad ideal para impulsar aún más la expansión” del grupo que dirige y para “reforzar posiciones en el suroeste de Europa”. Otra de las claves de las que se beneficiará Egoin es la experiencia de la multinacional austriaca en la digitalización de modelos productivos, así como su “protagonismo en el mercado de los productos avanzados en madera constructiva”.
La firma vasca aportará “su fortaleza en ingeniería y construcción industrializada de edificaciones de diferente signo: edificaciones en altura, grandes pabellones, equipamientos deportivos y pasarelas”, entre otras.
Por último el CEO de la empresa austriaca, Christoph Kulterer, destacó que “además de estar unidos por el origen familiar, cultura y valores similares”, ambos grupos “también comparten la misma visión estratégica en términos de desarrollo, economía circular y descarbonización, así como la gestión forestal sostenible y, por tanto, la preservación general de los bosques”.
Con varios centros productivos en Austria y Alemania y uno en Eslovenia y otro en Rusia, Hasslache tiene más de 2.000 empleados, fabrica productos innovadores para Europa y el mercado mundial en los ámbitos de varias tipologías de madera –aserrada, cepillada, encolada y maciza estructural– destinada a la construcción. Con más de 120 años de historia, también es “líder mundial en innovación en el campo de las soluciones de sistemas inteligentes e integrados para la edificación”.
Por su parte, Egoin, que ya ha cumplido 30 años de vida, cuenta con cerca de 160 empleados en sus dos plantas de Ea y Legutio, cifra que se verá fuertemente incrementada con la puesta en marcha de una tercera planta de producción de CLT, también en Legutio, que estará plenamente operativa en el segundo semestre de este año.
Una economía atractiva
No ha trascendido el volumen de la inversión. Tampoco la capacidad de tracción del empleo de la operación, si bien el previsible aumento de la carga de trabajo con la captación de nuevos pedidos internacionales tendrá un impacto positivo en la plantilla.
La llegada de Hasslache a Euskadi se enmarca dentro de la dinámica de captación de inversiones extranjeras. Un capítulo en el que se rompió el año pasado en Euskadi el dique del covid. Entre enero y septiembre, las empresas foráneas invirtieron casi 2.280 millones de euros, lo que supone multiplicar por siete los datos del mismo periodo de 2021. Por sectores, el mayor gasto (cerca de la mitad) tuvo como destino la construcción aeronáutica, espacial y su maquinaria. El sector energético vasco captó casi otro tercio del gasto.
Desde el Gobierno vasco se defiende que este tipo de actuaciones no deben generar ningún tipo de alarma en cuanto a la pérdida de centros de decisión. Son la otra cara de la moneda de la expansión internacional de las empresas de la CAV y demuestra que la economía vasca es atractiva y que hay oportunidades en las dos direcciones.
Hasslacher
2.000 empleados. La multinacional austriaca tiene varios centros productivos en Austria y Alemania. También tiene una planta en Eslovenia y otra en Rusia. Su plantilla supera los 2.000 empleados.
120 años. Se trata de una empresa que ha superado ya los 120 años de vida y que es líder mundial en producción de madera laminada y contralaminada. Aportará a Egoin su experiencia en la industrialización y digitalización de los procesos productivos. Y abrirá un canal de expansión exterior.