Competir. Tan solo competir. El Gernika compitió frente a un equipo superior como es el Leganés y pasó a la siguiente eliminatoria por méritos propios. No supo jugarle el Leganés al Gernika y a medida que transcurrieron los minutos el Gernika empezó a creer en la proeza que llegó con las penas máximas, en las que los forales no erraron en sus seis lanzamientos.
Empezaron mejor los pepineros. Un centro peligroso desde la izquierda de Naim lo atajó Altamira. Poco a poco los forales se fueron desperezando. A De Luis se le marchó arriba su finalización en una llegada desde la frontal. Gallastegi se comportaba como un ratón en el área. El Leganés apenas proponía ritmo en sus acciones y los de Aitor Larrazabal empezaban a creer en sus posibilidades. La ocasión más clara de la primera mitad la gozaron los madrileños. Una falta que sacó Vico, y tras golpear en la barrera, el rechace lo propulsó el propio Vico con un potente balón que lo despejó con gran acierto Altamira.
Tras el descanso Altamira se hizo grande para los visitantes. Qasmi se empachó de balón solo ante Altamira en un pase largo que buscó sorprender a la zaga local. Por la derecha entró Avilés para encontrarse con Altamira. Arriba se le marchó la finalización a Gorka Marcos. Con los puños tuvo que despejar Altamira y después evitó el tanto visitante a los pies del polaco Parzyszek. Otra vez que tuvo que arriesgar Altamira en su salida en busca de un balón comprometido. Entre cuatro rivales logró rematar Gallastegi, dando una vez más muestra de su gallardía antes de marcharse al vestuario. La recta final era con un Leganés entrando como balas por la banda y Altamira que no daba abasto de trabajo. Raba por dos veces y Juan Muñoz fueron los protagonistas. De cabeza remató alto Giovanni tras una dejada de Berasaluze a la salida de un córner y otra vez que Altamira se interpuso al disparo de Naim.
Sin goles la eliminatoria se marchó a la prorroga y con la sensación de que el Leganés llegaba mucho más entero. El Gernika apostaba por resistir y pensar en la épica. Jon Vega tuvo el gol de la eliminatoria pero se lanzó entre una nube de rivales y no llegó por muy poco en línea de gol. Hasta que la fortuna sonrió al Gernika en la tanda de penaltis.