UN año después de la creación de la Ertzaintza, en un febrero como este pero hace ya cuatro décadas, las primeras unidades motorizadas de la unidad de tráfico de la Ertzaintza salieron a las carreteras vascas. Ayer miércoles se cumplieron esos 40 años. 340 agentes de la primera promoción de la Policía Vasca se habían especializado en seguridad vial y fueron el germen de las unidades que hoy velan por el tráfico y los conductores en Euskadi.
En el recuerdo, aquellas primeras flamantes BMW traídas de Alemania que constituían un lujo frente a las antiguas Sanglas de la Guardia Civil, que hasta entonces realizaba la labor también en las carreteras de Euskadi. Ayer miércoles, en el acto de celebración del aniversario en la base de Iurreta, el lehendakari Iñigo Urkullu definió a aquellos primeros agentes como “la semilla” de una división “que vela” por la seguridad sobre el asfalto y anunció que otorgará a las unidades de tráfico “todas las herramientas que sean necesarias” para reducir la siniestralidad vial.
Urkullu valoró asimismo la labor prestada por la Ertzaintza a lo largo de su historia y puso de manifiesto que gracias a su servicio y compromiso “hoy podemos decir que vivimos en paz” y recordó a los quince ertzainas “injustamente” asesinados por ETA y transmitió su confianza ante el “mayúsculo” reto que supondrá mantener las seguridad en las carreteras vascas con ocasión del inicio en julio del Tour de Francia en Bilbao. A su juicio, “la experiencia aprendida en 1992” –primera vez que la carrera ciclista francesa salió de Euskadi, al hacerlo desde Donostia– servirá de ayuda y “por suerte, la amenaza de la violencia y la intransigencia no será un obstáculo”, señaló. El reto, sin embargo, será “mayúsculo”, insistió antes de asegurar: “Como hemos hecho siempre, confiamos en vuestro trabajo, profesionalidad y buen hacer” pese a que fuera de las instalaciones un grupo de ertzainas convocados por el sindicato Esan denunció “la desorganización a las puertas de un acto internacional como es el Tour” y reclamar más recursos. “No hay gente suficiente para hacer la carrera”, advirtió el portavoz de Esan, Unai Garabieta.
Dentro, el lehendakari valoró la configuración de la Ertzaintza como “una policía integral”, que colabora con el resto de policías europeas. En este punto reivindicó “la presencia, de pleno derecho, en las reuniones de la Europol, permitiría que pudierais velar de una mejor manera por la seguridad de Euskadi”.
“Empezar de cero”
En el acto, en el que se guardó un minuto de silencio por los ertzainas fallecidos, especialmente por los siete muertos en accidentes de tráfico, Urkullu rememoró la creación de la unidad y relató cómo tras los años de dictadura y con el restablecimiento de la democracia, “había que volver a empezar de cero”, pero “gracias al compromiso, valentía, ilusión, motivación y sentido de la responsabilidad, fuisteis capaces de sentar unas sólidas bases sobre las que se ha construido la historia de la Ertzaintza”.
Urkullu puso de manifiesto “el respaldo” de la ciudadanía a la Ertzaintza, que en aquellos primeros días se tradujo en un gran recibimiento por parte de la ciudadanía, y evocó también los “momentos de dolor” padecidos. Según señaló, la “única culpa” de los quince ertzainas asesinados por ETA fue “ser policías que trabajaban por y para Euskadi, por y para las personas que aquí vivimos y convivimos. Jamás debemos olvidar el pasado. Es nuestra obligación mantener viva su memoria y denunciar aquella injusta barbarie”. “También gracias a vuestro servicio y compromiso hoy podemos decir que vivimos en paz”, reconoció.